Retomamos nuestro pequeño repaso etnolingüístico de los nombres que reciben en euskera los meses del año. [Véase Los meses del año en euskera (1)]
Apiril ‘abril’. Nombre que nos llega por la vía del latín (Aprῑlis), con el posible significado de ‘mes de Afrodita’ (del griego Aphrô) o ‘mes en el que se abren las flores’ (del latín aperῑre ‘abrir’). Resulta igualmente interesante la forma jorrail, que siguiendo a Caro Baroja entenderíamos como ‘mes o luna de la escarda’, labor que suele llevarse a cabo en estas fechas. Y añadiremos la forma opail, que según el propio Caro Baroja podría referirse bien a las ofrendas (del verbo vasco opa izan/egin ‘ofrecer’) bien a las tortas o los roscos de pan (de opil ‘bollo, panecillo, torta de pan’, que se compone a su vez de ogi ‘pan’ + bil ‘redondo’) que se hacían en esta época. (más…)
El maíz (artoa) se sembraba en abril, en las piezas de labranza donde se había recogido el nabo, y se recolectaba en octubre, para después sembrar el trigo. Se utilizaba simiente doméstica obtenida de las mejores mazorcas (artaburuak).
En tiempos pasados se sembraba a voleo, pasando luego la grada, para que la semilla se mezclara y se distribuyera bien en la tierra. Más tarde se comenzó a usar el marcador de maíz. Cuando las plantas brotan, se entresacan algunas para aclarar. Hay que esperar a que cojan una cierta altura para entre ellas depositar unos granos de alubia, ya que de lo contrario la alubia, al germinar antes, se apropia de la luz y el maíz se debilita. Ha sido y sigue siendo muy frecuente cultivar conjuntamente maíz y alubia, de modo que a esta le sirva de tutor el tallo de aquel. La siembra de la alubia solía hacerse entre tres: uno cavaba el hoyo, otro echaba en él la simiente y un tercero la cubría. (más…)