Más allá de su función arquitectónica, la teja (teila) destaca en el folklore y la etnografía vascos como un elemento cargado de simbolismo, representando principalmente la casa (etxea), entendida esta como algo más que una construcción.
Como tal, representaba también la propiedad privada frente a la comunal. Así, para señalar su naturaleza comunal, los tejados de algunas bordas de pastores situadas en terrenos comunales no podían ser de teja, porque la cubierta de teja estaba reservada para la propiedad inmueble. (más…)