La devoción de las gentes de Orduña (Bizkaia) por la Virgen de la Antigua es muy anterior a la celebración de los ochomayos. La festividad se implantó el 8 de mayo de 1639, día en el que fue proclamada oficialmente patrona de la ciudad “para siempre jamás”. Cayó en domingo aquel año y se celebró con “fiestas de toros, máscaras e invenciones de fuego”, de ahí la tradición de que, por voto, el ochomayo deba contar con toros, cabezudos y fuegos artificiales. (más…)