Hace un tiempo, junto con el baile de los sábados y domingos, fueron populares las fiestas que se celebraban en las ermitas. Para la mayoría era una forma de huir de la rutina diaria, de alejarse de la cotidianidad; y en algunos casos, el momento de reunirse con amigos de pueblos vecinos a quienes no habían visto en todo el año. (más…)