El juego de bolos está en riesgo de extinción. La pérdida paulatina del juego de bolos y el declive del mundo rural se han producido simultáneamente a partir de mediados del siglo XX, debido sobre todo al éxodo poblacional de las zonas rurales a las ciudades industriales.
Si actualmente es un deporte minoritario, antiguamente fue casi tan popular como la pelota. Se han perdido centenares de boleras —bolalekuak o bolatokiak— y sobre todo se ha interrumpido su transmisión cultural de generación a generación.
Son muchas las modalidades del juego de bolos tanto en Euskal Herria como en otras zonas del Estado. Solamente en el territorio de Bizkaia se pueden contabilizar unas quince modalidades diferentes, algunas de ellas ya desaparecidas. Una de ellas es la de Zeanuri. Las boleras existentes actualmente están junto a algunas de las ermitas de las siete barriadas o cofradías que conforman el municipio y en ellas se juega una vez al año, el día de la fiesta de la ermita.