Desde muy antiguo los pastores del Valle que pastaban sus rebaños en las laderas y los altos de los montes de Ordunte ubicados en Carranza (Bizkaia), además de aprovechar algunas cuevas y abrigos rocosos existentes en la zona, improvisaron pequeñas construcciones para guarecerse de las inclemencias meteorológicas y pasar las noches cuando la presencia del lobo suponía un grave peligro para las ovejas. (más…)