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Armando la hoya. Llanofresno-El Suceso (Carranza, Bizkaia), 2004. Marcial Canales.

Entre los aprovechamientos de la madera de los montes en el Valle de Carranza (Bizkaia), destacó en épocas pasadas su utilización para la fabricación de carbón vegetal.

La temporada de carboneo comenzaba, generalmente, en el mes de marzo, prolongándose hasta noviembre. Se aprovechaba el invierno para la corta y preparación de la madera (castaño, encina, haya o roble), sirviéndose al efecto de tronzadores, hachas, porras y cuñas. (más…)

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Vacas en prados carranzanos, 2007. Luis Manuel Peña

Vacas en prados carranzanos, 2007. Luis Manuel Peña. Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

En una cultura ganadera como la asentada en el Valle de Carranza (Bizkaia), el vínculo desarrollado con las vacas, de cuya producción vivió una parte importante de la población del Valle, fue tan estrecho que dio lugar a expresiones utilizadas para hacer referencia a rasgos y comportamientos humanos. (más…)

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Luis Manuel Peña. Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

Luis Manuel Peña. Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

El objeto de la fotografía es bien conocido por todos. Pero este es especial porque es el primero que se coloca en el Valle de Carranza (Bizkaia), donde yo vivo, una tierra que ha sido eminentemente rural. Forma parte de lo que se denomina ‘mobiliario urbano’. Las farolas nos las instalaron hace pocas décadas, para alegría de los murciélagos que vieron cómo se concentraba revoloteando su ración nocturna en torno a ellas, después trazaron algunas aceras y en la parte central y más baja del Valle, allí donde no reinan las vacas, pintaron unos cuantos ‘pasos de cebra’. (más…)

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Al tren con las cacharras de leche. Barrio de Ambasaguas en Carranza (Bizkaia), 1958. Cortesía de Miguel Sabino Díaz

Al tren con las cacharras de leche. Barrio de Ambasaguas en Carranza (Bizkaia), 1958. Cortesía de Miguel Sabino Díaz.

Nuestra sociedad tradicional, varias generaciones atrás, se basaba en el autoabastecimiento y apenas circulaba dinero. Muchos pagos se hacían en especie y era común el trueque entre vecinos. Algunos productos había que comprarlos: la sal, el azúcar, el aceite o el tabaco. En nuestro territorio se han conocido varias poblaciones con salinas, así que los habitantes de su entorno estaban abastecidos. Hubo tiempos en que se cultivó tabaco o bien los aficionados a fumar aprovechaban algunas especies vegetales que tenían a mano tras pasar por un periodo de secado. Como papel para liar estos restos vegetales se empleaban las brácteas más finas de la mazorca, las que están en contacto con los granos. En el sur de Vasconia se cultivaban olivos, así que el aceite no suponía ninguna limitación. En el resto, en caso necesario se sustituyó por grasas animales: sebos y mantecas. El azúcar, que se utilizaba poco, se podía sustituir por miel. Así que en determinados periodos de carencia, la casa de labranza casi podía ser autárquica desde el punto de vista de la alimentación. (más…)