Decía Miguel de Unamuno que los verdaderos bilbainos y bilbainas somos trisílabos, no cuatrisílabos. De hecho, si eres de Bilbao de toda la vida, seguro que te supone un esfuerzo casi sobrehumano escribir ‘bilbaína’ con tilde. Y es que las vecinas de la villa pronunciamos las dos vocales contiguas de nuestro gentilicio en la misma sílaba. Si el uso hace la lengua, la ausencia de hiato está más que justificada. (más…)
Ama tenía buena mano para el bacalao, makailaoa, en euskera bizkaino. O será que la práctica hace a la maestra. El caso es que en casa se comía bacalao con asiduidad, y era ella quien lo compraba, desalaba y cocinaba.
Dicen que los primeros en secar el bacalao fueron los vikingos y que de ellos heredamos la costumbre. Siglos después la captura, preparación y comercialización del bacalao se convertiría en un negocio lucrativo. Los bacaladeros vascos hacían dos campañas anuales en aguas de Terranova, principalmente, y algunos viajaban hasta Groenlandia y Norteamérica. Capturaban cientos de toneladas de bacalao que descabezaban, evisceraban y salaban en el mismo barco. A su regreso el procesado del pescado continuaba en los secaderos. (más…)