Hasta el año pasado, quien quería comerse un guardia civil, tan ricamente, no tenía más que acercarse a Areatza/Villaro. No se trata de engullirse un número de la benemérita, sino un bizcocho horneado que fue bautizado de tal guisa porque simula la forma de un tricornio. En este caso no de color negro y acharolado, sino inmaculadamente blanco y exquisito. Se llaman guardias civiles de Areatza/Villaro. (más…)