El verano aún no ha terminado. Las huertas continúan ofreciéndonos sus frutos: vainas, calabacines, acelgas, tomates, pimientos, lechugas…
Aunque las verduras y las frutas generalmente se recogen y se consumen directamente, se han utilizado distintos sistemas para conservarlas el mayor tiempo posible y así poder disfrutar de ellas a lo largo de todo el año. Los sistemas de conservación más habituales han sido: la desecación, la conservación en azúcar o en vinagre, el envasado en recipientes y más modernamente, la congelación.