En un apunte anterior tratamos el tema de las peregrinaciones a ermitas y santuarios como medida de protección o cura ante la enfermedad. En esta ocasión nos referiremos a casos de infertilidad y trastornos propios de la infancia. Y hablaremos en pasado porque son prácticas que han ido perdiendo vigencia en los últimos años.
En la sociedad tradicional la infertilidad ha sido considerada casi como una desgracia, y comúnmente, si no exclusivamente, era atribuida a la mujer. Tener descendencia era una bendición, pues aseguraba la continuidad familiar al tiempo que aportaba mano de obra para las labores domésticas. Y es que la aspiración de toda mujer casada era ‘tener familia’, y quienes no la tuvieran pedían la intercesión de la Virgen o los santos para tenerla. (más…)