Hay ocasiones en las que tras el más insignificante detalle se esconde una gran historia. Eso nos sucede con un friso que José Arrue pintó en 1919 para el Club Náutico de Bilbao, entonces ubicado en el primer piso del Teatro Arriaga. Hoy en día es propiedad de Iberdrola y se custodia, junto a otras obras de arte, en su emblemática Torre.
Pues bien, en uno de los cinco fragmentos que lo componían, aparece una muchacha elaborando limonada, una bebida muy típica de las antiguas festividades veraniegas vascas, para ofrecérselas a unos ilustres visitantes. La muchacha en cuestión aparece con la camisa remangada y ello es lo extraordinario en esta historia que nos ocupa.