Son varios los refranes en euskera que nos recuerdan que, dentro del calendario agrícola, el mes de abril es el destinado a la siembra del maíz: San Jurgi, artoak ereiteko goizegi; San Markos, artoak ereinda balegoz (Por San Jorge −23 de abril− es muy pronto para sembrar el maíz, por San Marcos −25 de abril− ojalá estuviera sembrado). O este otro que dice: San Markos astea, atzekoa baino aurrekoa artoa ereiteko hobea (La semana de San Marcos, mejor la semana anterior que la siguiente para sembrar el maíz).
Aunque es un producto arraigado en nuestra tierra, el maíz procede de América y su introducción fue de suma importancia. Posiblemente se empezó a cultivar ya en el siglo XVI, aunque su expansión, comenzada a mediados del XVII, se generalizaría en el XVIII a expensas del mijo.
El maíz importado de América se conoció como mijo mayor, mijo de las Indias o simplemente maíz, y en euskera arto handia (mijo grande) quedando el de artatxikia (mijo pequeño) para el mijo del país de grano pequeño.
En un apunte anterior, publicado el 26 de abril de 2019, y del que este es continuación, se trató la siembra y recogida del maíz.
Las mazorcas de maíz, cuando comienzan a madurar, se tuestan en el horno de pan. El grano tostado (labartoa) es el preferido para la elaboración de tortas de maíz (taloak). Se comen con leche o con productos de cerdo fritos en sartén (sartenekoa), como chorizo, tocino… Antaño el talo se cocía sobre una pala de hierro en el fuego bajo (behesua), luego pasó a hacerse en la cocina económica (txapea). (más…)
El maíz (artoa) se sembraba en abril, en las piezas de labranza donde se había recogido el nabo, y se recolectaba en octubre, para después sembrar el trigo. Se utilizaba simiente doméstica obtenida de las mejores mazorcas (artaburuak).
En tiempos pasados se sembraba a voleo, pasando luego la grada, para que la semilla se mezclara y se distribuyera bien en la tierra. Más tarde se comenzó a usar el marcador de maíz. Cuando las plantas brotan, se entresacan algunas para aclarar. Hay que esperar a que cojan una cierta altura para entre ellas depositar unos granos de alubia, ya que de lo contrario la alubia, al germinar antes, se apropia de la luz y el maíz se debilita. Ha sido y sigue siendo muy frecuente cultivar conjuntamente maíz y alubia, de modo que a esta le sirva de tutor el tallo de aquel. La siembra de la alubia solía hacerse entre tres: uno cavaba el hoyo, otro echaba en él la simiente y un tercero la cubría. (más…)