En los pueblos de Álava todos los vecinos tienen que contribuir al mantenimiento de las propiedades del pueblo: edificios, caminos y terrenos. Para ello se hace una prestación personal vecinal conocida como vereda.
El regidor o presidente de la junta administrativa convocaba a campana tañida el concejo, hoy se buzonea una circular por las casas. En otro tiempo, la circular se pasaba de casa en casa; el regidor la llevaba a la más próxima a la suya y este a la siguiente hasta que se cerraba el círculo en la que había salido. En ella se anunciaba la hora, que si era día laborable se recordaba a toque de campana y si se trataba de un asunto sin mucha importancia se trataba el domingo a la salida de misa. (más…)