A pesar de que no nos hemos librado aún de un virus (y sus infinitas variantes) al que se le ha bautizado con el nombre vulgar de COVID-19, hemos dado por sentado que la pandemia es una mala noche del pasado. Sin embargo, el relativo corto espacio de tiempo que ha durado, ha influido totalmente en nuestras vidas… en una sociedad que hace una gran parte de su vida en la calle; teniendo la relación directa entre humanos un gran peso específico.
La pandemia se oficializa con duras restricciones en este país en marzo de 2020. Esto provoca, de entrada, que el ocio de los fines de semana y festivos, y los actos, en los que incluimos todo tipo de espectáculos, festejos y oficios religiosos, que componen el ámbito de celebración, se suspendan totalmente o, en ciertos casos, parcialmente.