En pueblos como Arrigorriaga, Ugao, Arrankudiaga, Orozko, Laudio… se usaba el término «maialen» para denominar el primer día de mayo. En otros lugares, también se usaba «maiazlen», ambos resultado de la fórmula «maiatz lehen».
Era un día especial y no sabemos exactamente a qué se debía aquella singularidad. Además, no hay manera de investigarlo porque tenemos esa costumbre totalmente olvidada. Pero, gracias a las creencias populares documentadas, sabemos que era un día muy especial, significativo para aquellos que querían cuidar su salud, usado a modo de prevención. En resumen, para evitar el dolor de cabeza y la sarna había que beber leche ese día o, según los pueblos, comer tocino asado.
Retomamos nuestro pequeño repaso etnolingüístico de los nombres que reciben en euskera los meses del año. [Véase Los meses del año en euskera (1)]
Apiril ‘abril’. Nombre que nos llega por la vía del latín (Aprῑlis), con el posible significado de ‘mes de Afrodita’ (del griego Aphrô) o ‘mes en el que se abren las flores’ (del latín aperῑre ‘abrir’). Resulta igualmente interesante la forma jorrail, que siguiendo a Caro Baroja entenderíamos como ‘mes o luna de la escarda’, labor que suele llevarse a cabo en estas fechas. Y añadiremos la forma opail, que según el propio Caro Baroja podría referirse bien a las ofrendas (del verbo vasco opa izan/egin ‘ofrecer’) bien a las tortas o los roscos de pan (de opil ‘bollo, panecillo, torta de pan’, que se compone a su vez de ogi ‘pan’ + bil ‘redondo’) que se hacían en esta época. (más…)
Hoy día los agricultores mitigan los daños sufridos en el campo por el pedrisco contratando seguros que les resarzan las pérdidas sufridas en las cosechas, pero además practican antiguos ritos conjurantes con el fin de proteger frutos, animales y personas. El 3 de mayo, día de la Invención de la Cruz, se coloca el mayo en San Vicente de Arana (Álava) y permanece izado durante todo el verano en señal de protección de campos y cosechas contra tormentas y temporales hasta que es derribado el 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz. (más…)
El día de san Juan Bautista, entre el alba y la salida del sol, es costumbre colocar en las puertas de las casas y en las de las ermitas dedicadas a este santo, una rama de roble o de fresno, adornada con un ramillete de hierbas y flores. En otros tiempos el ramillete contenía, además, espigas de trigo. En el tronco de esta rama se introducía una astilla pelada formando así una rústica cruz. Este símbolo propio de este día del solsticio de verano recibe el nombre de sanjuan-haretxa. (más…)