El Valle de Carranza es un extenso municipio vizcaino donde la ganadería bovina de leche ha alcanzado tal importancia que ha constituido su principal seña de identidad. Pero antes que productores de leche de vaca, los carranzanos fueron sobre todo pastores. Esta actividad fue perdiendo importancia a lo largo de todo el siglo XX, solo en los últimos años, coincidiendo con la crisis ganadera, se ha observado un repunte de los pequeños rebaños que pastan en los prados que antes estuvieron destinados a la alimentación de las vacas, sobre todo con la función de mantenerlos ‘limpios’ y obtener algún cordero y fabricar unos pocos quesos para el consumo doméstico. (más…)
El pastoreo de ovejas es una práctica antiquísima. Ya José Miguel de Barandiaran se percató de la coincidencia de las áreas tradicionales de pastoreo con las zonas donde se concentraban dólmenes sugiriendo por ello que quienes levantaron esas construcciones funerarias fueron también pastores. (más…)
Los seles originariamente fueron parajes de pastoreo amojonados donde pacían los ganados de los que cuidaban los pastores. En euskera para sel las denominaciones más comunes son korta y saroi. Disponían de un mojón en medio que llamaban piedra cenizal, haustarria, que tenía una cruz grabada en la cabeza y otros cuatro mojones que delimitaban la periferia colocados en los cuatro puntos cardinales. (más…)