Dicen que aburrirse es bueno, que nuestro cerebro lo agradece porque nos permite reflexionar, organizar nuestras ideas o reconectar con nuestras verdaderas necesidades.
Será cierto, pues, que aburrirse es bueno. Pero, desde el punto de vista cultural, lo verdaderamente interesante es la otra cara de la moneda, esto es, el entretenimiento con el que burlamos el aburrimiento. Seguramente, además de a la pura necesidad, debamos al tedio provocado por largas horas de lluvia, de oscuridad invernal o de supervisión de mansos rebaños, por citar solo unos ejemplos, las más bellas muestras de artesanía tradicional en todos los materiales (textil, madera, metal, cuero, piedra, fibra vegetal, etc.) que han acompañado a los ámbitos profesionales y domésticos durante generaciones. Sin olvidar, por supuesto, otros ejemplos de creatividad vinculados a la oralidad, la música o la danza, en los que no necesariamente intervenían elementos tangibles.
Gitanos, bohemios, zíngaros, romaníes. Forman parte de la sociedad de Euskal Herria desde hace tiempo. Pero, ¿cuánto sabemos sobre la historia y la cultura de esta comunidad? En los siguientes párrafos, se devanan los testimonios extraídos de la recopilación de memorias orales realizada por Labrit Patrimonio, bajo el encargo de Gaz Kaló, Federación de Asociaciones Gitanas de Nafarroa. El objetivo principal de este estudio es traer el tema de la alteridad al terreno etnográfico, y aportar un granito de arena contra la invisibilidad que vive la comunidad gitana, a través de un punto de vista más antropológico.
En cualquier lengua podemos encontrar palabras increíbles, porque las palabras en sí son originales, expresivas, cambiantes, caprichosas… además entre esas flores orales las hay de muchas edades, tamaños, apariencia, color y significado. ¡Cómo no alucinar, pues, contemplando algunas de esas piezas maravillosas que ayer y hoy en diferentes lugares ha ido creando la inteligencia y creatividad humana! Hoy día se ha puesto de moda mostrar en las redes sociales palabras emblemáticas de diferentes lenguas, para disfrute de la gente. La idea es francamente buena. Pero en esos reels o vídeos cortos muchas veces se dan etimologías falsas o inventadas, debido a la obsesión por deslumbrar a la gente. No es esa nuestra intención. Aquí presentaremos siete palabras o expresiones del euskera, que tienen alguna particularidad que las hace especiales. Algunas de ellas las utilizamos con naturalidad en el día a día, a veces sin reparar en su valor intrínseco o en su belleza. Otras las utilizamos con menor asiduidad, a pesar de conocerlas. Y alguna de ellas puede incluso estar en vías de extinción, habiendo sido desplazada del uso por nuevas palabras y/o alteraciones en su significado. En cualquier caso, todas ellas son parte de nuestra lengua y ¡no vamos renunciar a ellas! Al contrario. Es un verdadero placer poder exponerlas en el escaparate, con el fin de que, por una parte, nos percatemos de su valor, y por otra, nos animemos a utilizarlas en lo sucesivo.
El pasado 14 de marzo se presentó en la casa de cultura del palacio de Torrebillela de Mungia el libro que la escritora Jule Gabilondo Maite escribió en la localidad labortana de San Juan de Luz entre los años 1937-38. El salón de conferencias se llenó de asistentes deseosos de conocer mejor la trayectoria de la escritora.
Jule Gabilondo Arruza-Zabala nació en Mungia el 29 de enero de 1902. El padre, Juan Gabilondo Azurmendi, médico, era natural de Zegama (Gipuzkoa) y la madre, Leonor Arruza-Zabala Etxaburu, natural de Gueñes (Bizkaia). El abuelo, por parte de madre, Raimundo Arruza-Zabala había nacido en Mungia, pero se casó al pueblo de Gueñes y al cabo de unos años retornó a su localidad natal con toda la familia.