Archivo

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Hongos royos recolectados en Laza (Valle de Roncal). Pablo M. Orduna.

Antes de asentarse en núcleos de población estable, muchas comunidades vivían en un sistema nómada de caza y recolección. En el Pirineo aún observamos determinados desplazamientos trashumantes de rebaños desde el fondo del valle a los puertos en altura o desde estos hasta la ribera del Ebro que nos lo recuerdan, también actividades como la caza o la recolección de setas. Hasta no hace mucho estas últimas suponían un complemento alimentario si bien hoy día están vinculadas a las actividades lúdicas. El impacto de ‘ir a por setas’ ha sido importante ya que ha atraído a numerosos aficionados que suponen un nuevo aporte económico, pero pueden asimismo dañar el paisaje natural y cultural de la zona. (más…)

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Tributo de las Tres Vacas sobre la sima de San Martín. Valle de Roncal, c. 1930. Archivo Ojanguren.

En un mapa, una frontera es la señal que determina el borde entre dos regiones o estados. Esta se traza con una línea imaginaria que une una serie de mojones delimitadores con el fin de separar lo ‘propio’ de lo ‘opuesto’. Se nos presenta así, supuestamente, como una mera distinción entre culturas. Sin embargo, desde el punto de vista de la etnografía la frontera no es algo tan simple y ofrece un gran abanico de posibilidades. En los territorios fronterizos se han creado múltiples signos o rituales simbólicos que poseen una fuerza táctica y humana muy activa. (más…)

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Libro-portada

Almadías por el río Eska, c. 1930. Marqués de Santa María del Villar.

El Pirineo ha encontrado sus fuentes de riqueza en el ganado y, en segundo lugar, en su arbolado, o sea, la madera. En la zona occidental de esta cordillera cabe destacar las selvas del Quinto Real, el Irati y Belagoa-Belabarze donde las hayas pueden llegar a alcanzar alturas considerables. No es de extrañar, por lo tanto, que su madera y su comercialización fuera una explotación floreciente hasta tiempos muy recientes. Esa riqueza forestal propició la aparición de un oficio entre las gentes de la Montaña: el almadiero. En Navarra se denominaba almadía a la balsa compuesta por troncos de madera destinada a su conducción por los ríos. Su trayecto se desarrollaba desde los señalados bosques pirenaicos hasta diferentes enclaves incluso de Cataluña donde se hallaban los astilleros cercanos más importantes. Hay que tener en cuenta que los antiguos caminos reales hacían difícil el acceso de carros y galeras hasta los bosques de la alta montaña. Es por ello, que resultaba mucho más rápido y fácil el transporte de los troncos por el cauce fluvial. Así, autores como Balcells nos señalan que las primeras referencias documentales del tránsito almadiero por los ríos navarros datan del siglo XIV. En los primeros tiempos iban comandadas por nabateros aragoneses y no fue hasta mediados del siglo XVII cuando se empezaron a explotar los montes pirenaicos por sus propios vecinos ya como almadieros. (más…)