Un tema que siempre me ha interesado por lo desconocido y desconcertante que resulta, incluso para la ciencia, es el cerebro (humano) y su comportamiento a lo largo de la vida. Así que, con la animosidad que me caracteriza, voy a trazar una atrevida reflexión crítica.
Una de las principales diferencias entre el ser humano y el resto de los animales es la vivencia, diferente de la experiencia, que se conforma en un espacio temporal determinado y lo que esta provoca como recuerdo en la memoria: tan frágil como selectiva; tan física como psíquica en su concepción y proceso. No obstante, quien dice recuerdo, también dice olvido, producido por trastornos de la senectud, la enfermedad de Alzheimer, el deterioro cognitivo, etc.