Si bien se ha dado en llamar al Carnaval, en otros tiempos en este país, la fiesta reina del Invierno, en el ámbito del Catolicismo y dejando al margen el ciclo navideño, la celebración de Santa Águeda, con el preámbulo de la Candelaria y San Blas, han conformado lo que podríamos denominar una “trilogía festiva” de corte sagrado-lúdico.
El 3 de febrero, celebramos san Blas, encajado dentro de unas fechas muy marcadas por creencias y rituales, probablemente anteriores, ya que parecen coincidir con el despertar de la naturaleza.
La Iglesia, una vez más, lo sustituyó por el culto al armenio Blas de Sebaste, san Blas, médico, obispo de Sebaste y mártir cristiano. Su devoción se expandió por toda Europa durante la Edad Media y desde entonces se le considera protector de los males de garganta. Y es de este último aspecto desde donde podemos deducir todas las costumbres de ese día que practicamos.
(más…)
La festividad de San Blas, 3 de febrero, se conmemora de una forma u otra en muchos lugares, pero en Abadiño tiene un carácter especial. En esta localidad vizcaina hay constancia de la celebración, por lo menos desde el siglo XVII, de una feria agrícola y ganadera muy conocida en toda Euskal Herria, y a la que antaño acudían desde muchos lugares de la península. (más…)