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Toque de campana. Beasain (Gipuzkoa). Josetxo Zufiaurre.

Antiguamente los toques de campanas pautaban en alguna medida la vida del campesinado. Desde el alba hasta el anochecer se producían tañidos de campanas que recordaban el momento del día o daban cuenta de algún acontecimiento.

El toque del alba era el aviso para que la casa se pusiera en marcha, particularmente quienes debían salir a trabajar en la heredad o en el monte. Al mediodía las campanas de la iglesia tocaban el ángelus, momento en que se interrumpía la labor para el rezo de esa oración. Fue una costumbre extendida en toda la Europa cristiana. Recordemos el inolvidable cuadro realista de J. F. Millet titulado precisamente El ángelus. En Vasconia hasta tiempos recientes a las 12 h se interrumpían los campeonatos de pelota a mano en los frontones para el rezo del ángelus. (más…)