Para nuestros antepasados, la tormenta era la manifestación de violencia atmosférica más común, conocida y temida: la casa, el ganado, la cosecha o la vida de las personas pendían de un hilo cuando la tormenta hacía acto de presencia.
Hoy día los agricultores mitigan los daños sufridos en el campo por el pedrisco contratando seguros que les resarzan las pérdidas sufridas en las cosechas, pero además practican antiguos ritos conjurantes con el fin de proteger frutos, animales y personas. El 3 de mayo, día de la Invención de la Cruz, se coloca el mayo en San Vicente de Arana (Álava) y permanece izado durante todo el verano en señal de protección de campos y cosechas contra tormentas y temporales hasta que es derribado el 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz. (más…)