En el Valle de Carranza (Bizkaia) se ha conocido, y aún se conoce entre los vecinos de más edad, con el nombre de rocha una construcción auxiliar adosada habitualmente a la casa o en ocasiones exenta de la misma.
La cita más antigua que se tiene de ese tipo de construcción aparece escrita en una de las cartas enviadas por el carranzano Diego de Ahedo, Arzobispo de Palermo, desde Sicilia a su sobrino Pedro Ochoa de Ahedo, residente en el Valle. Carta con fecha 15 de enero de 1588, en la que se hace mención al lugar donde ubicar una panera para guardar el grano de trigo: “ahora me parece que el lugar y puesto donde más conviene que esté es la bodega y rocha donde se solía recoger la sidra”. (más…)
Las llosas constituyeron una forma de organización de la tierra característica del Valle de Carranza (Bizkaia), si bien la distribución geográfica de las mismas fue mucho más amplia. Los terrenos llanos o de escasa pendiente de cada barrio carranzano constituían las tierras de cultivo, y todas las que fuesen contiguas se hallaban agrupadas y cerradas perimetralmente en su conjunto formando lo que se llamaba una ‘llosa’. Los pedazos de tierra que abarcaba más cercanos al barrio se cultivaban a maíz, en tiempos anteriores también a trigo, o a otros cultivos y recibían el nombre de ‘piezas’; los más alejados solían dedicarse a pradera y se conocían como ‘campas’. (más…)
Vivo en una frontera política, en la zona más occidental de las Encartaciones de Bizkaia, el Valle de Carranza, en un territorio que como una cuña se incrusta entre Cantabria y la Castilla de las Merindades. La última tierra vasca iluminada por el Sol poniente y la primera en mojarse cuando llegan borrascas. Posee una fuerte identidad, quizá nacida de su considerable extensión entreverada con un secular aislamiento. (más…)
Desde muy antiguo los pastores del Valle que pastaban sus rebaños en las laderas y los altos de los montes de Ordunte ubicados en Carranza (Bizkaia), además de aprovechar algunas cuevas y abrigos rocosos existentes en la zona, improvisaron pequeñas construcciones para guarecerse de las inclemencias meteorológicas y pasar las noches cuando la presencia del lobo suponía un grave peligro para las ovejas. (más…)