Dentro de las Jornadas Europeas del Patrimonio, el día 21 de octubre hemos presentado el documental «Ermitak busturiarren alkargune eta aterpe» (Las ermitas, lugar de reunión y refugio de los habitantes de Busturia), en una sala llena de público.
Así como la vida familiar se concentra en la casa, la vida social se desarrolla en el vecindario. La barriada que conforman un grupo de casas es la mejor protección para sus habitantes. Esa convivencia conlleva además tanto derechos como obligaciones.
En nuestro entorno es normal que cada barriada tenga una ermita, totalmente unidas hasta el punto de que es difícil saber qué es antes, la barriada o la ermita.
En Busturia hay cinco ermitas: Nuestra Señora de las Nieves en Parezi, San Bartolome y San Kristobal en sus respectivos barrios; San Antonio de Padua en Abiña (en terreno de Busturia pero que pertenece a Sukarrieta en cuanto a Iglesia); y Kurtzio en Axpe. Las cuatro primeras son ermitas vecinales que, aunque tienen ciertas diferencias, responden a un mismo tipo: construcciones pequeñas con características similares a las de los caseríos del entorno. Kurtzio, en cambio, es lo se conoce como humilladero.
Los habitantes de los barrios de Busturia han tenido una estrecha vinculación con las ermitas correspondientes, que a su vez les han hecho estrechar lazos entre ellos. En auzolan se han ocupado de limpiar y mantener las ermitas, de celebrar las festividades, etc.
Eso y mucha más información se ha recogido en el documental a través de los testimonios de los vecinos por un lado, con la aportación de su experiencia vital; y con las explicaciones más técnicas del historiador Alberto Santana por otro. Es mucho lo que se puede aprender de las ermitas de Busturia.
El público ha disfrutado y ha apreciado conocer un poco más de su patrimonio.
Al día siguiente han llevado a cabo una visita por las ermitas, es decir, por los barrios, guiados por Juanjo Hidalgo.