“El mendigoixal es más bien el alpinista por patriotismo”. La cita elocuente de Ceferino Jemein ―Keperin― describe fenomenalmente en nueve palabras lo que fueron aquellos montañeros políticos.
El catedrático de euskera Manu Etxebarria Ayesta, nos traduce literalmente la voz acuñada por Kirikiño (Evaristo Bustinza, Mañaria 1866-1929): mendi = montaña, monte; goi = alto, altura; zale = aficionado, amante. Combinando estos tres elementos tenemos: montañero aficionado a la alta montaña (los diccionarios normativos recomiendan el uso de mendizale).
El montañismo vasco no nació con los mendigoixales, aunque sí anduvieron en el monte juntos ambos montañismos a comienzos del siglo XX, el deportivo y el político.
¿Pero, quiénes eran los mendigoixales? Fueron grupos de jóvenes abertzales unidos para sumar a la causa vasca, haciendo senderismo, llamémosle primitivo, conociendo ermitas, aldeas y pueblos cercanos a sus lugares de origen.
El montañismo deportivo, por el contrario, tiene una raíz totalmente diferente. Nace algo antes que Euzko Mendigoixale Batza, EMB, y los primeros montañeros vascos suben a las cumbres sólo por el placer de mejorar su estado de vida personal, debido sobre todo a la enorme plaga de tuberculosis existente.
El montañismo vasco se expande como el reguero de una mancha de aceite, imparable y contagioso. A fines del siglo XIX hay pequeños grupos que surgen principalmente de las estructuras del balompié organizado, que llegan todos ellos a constituirse en la Federación Vasco Navarra de Alpinismo, FVNA, (1924).
Los mendigoixales, en cambio, van por otro camino, utilizando el monte para sus ideales y para la difusión de su ideario político sabiniano. Son dos líneas que coinciden en el terreno, aunque su fin es totalmente distinto.
He aquí una breve historiografía cronológica de montañeros y mendigoixales.
Este deporte se expande por Europa tras la conquista del Mont Blanc el 8 de agosto de 1786. Después, en 1865, hacen cumbre en el último 4.000 de Alpes que estaba virgen, el Mattherhom (Cervino, 4.478 m) y es entonces cuando se acuña el término alpinismo.
En 1877, tenemos las primeras crónicas y noticias de un grupo de montañeros vascos, los Ganekogortos. En 1895, se funda EAJ-PNV, y al año siguiente nace Juventud Vasca de Bilbao, origen y germen de EMB. Ya en 1908, el PNV tiene algunos grupos de montañeros organizados que van por el monte a caseríos y aldeas promulgando la doctrina de Sabino Arana.
El 3 de abril de 1921, se constituye como tal Mengoixale Batza, tras coronar Kalamua, reuniéndose después en Arrate. En esa cita tenemos a 18 grupos bizkainos, 10 gipuzkoanos y un alavés. Ese mismo año, tras una dolorosa escisión, el Partido crea la Federación Bizkaina y Gipuzkoana de montañeros. Lo hace bajo modelo y copia del nacionalismo irlandés. Así nacen a su vez Emakume Abertzale Batza, distintos grupos de teatro, la primera asociación estudiantil abertzale y Gaztetxus.
Tres años después, como ya hemos dicho, se constituye la FVNA en Elgeta. Oficialmente son 57 clubs, pero verdaderamente son 77 entidades fundacionales, según he detectado: 3 de Araba, 5 de Nafarroa, 32 gipuzkoanas y 36 bizkainas. Ya tenemos en marcha las estructuras de gestión de ambos montañismos.
En el próximo artículo continuaremos desgranando la historia de los mendigoixales.
Iñaki García Uribe
Miembro del Departamento de Etnografía de Aranzadi e investigador del montañismo vasco