Apuntes de etnografía

0

El tema de los colores es jugoso en todos los idiomas. En cuanto al euskera, trabajamos primero los tres colores universales principales (gorri rojo, beltz negro, zuri blanco), y en este apartado trataremos otros, aunque no todos.

Hori (amarillo): el color hori lo mencionamos de forma transversal en el apartado del rojo por su similitud semántica con él (gorri: rojo, rubio, dorado; hori: amarillo, rubio; Diccionario General Vasco). También tiene similitud formal el color hori con los nombres gorri (rojo) y gori (incandescente). Hay quien cree que estas tres palabras proceden de la gama de colores del fuego, como Arturo Campión. En cualquier caso, la palabra hori para designar el color amarillo no es de ayer por la mañana, ya que aparece en un texto de Lazarraga en el siglo XVI; pero sí podemos decir que en otro tiempo compartió el campo semántico con el color rojo, aunque predominaba el rojo en frecuencia y extensión: urre gorri (oro rojo) / urre hori (oro amarillo). Hoy tendemos a separar ambos: ilegorri (pelirrojo/a) / ilehori (rubio/a).

En el euskera vizcaíno, por otra parte, tenemos otras dos variantes muy interesantes del color amarillo: el beilegi y el laru (según Azkue, el primero significaba amarillo vivo y el segundo amarillo claro). Según Sabino Arana, el color beilegi proviene de la palabra behi (vaca), es decir: behi (vaca) + legez (como) = beilegi (como vaca; amarillo); lo que hoy en día podríamos decir behikara (parecido a la vaca). En cuanto a la palabra laru (amarillo claro), Arturo Campión nos recuerda que uno de los nombres del color blanco en sánscrito es karu. Nosotros de momento no podemos llevar más allá esa afirmación.

Urdin (azul): ahora saltamos al color azul. Koldo Mitxelena nos aclara el origen de la palabra: ur (agua) + din (similar) = urdin (similar al agua). Tal vez por eso, además del azul que todos conocemos, ha adoptado las acepciones de los colores y matices del agua en diferentes dialectos y épocas, como el blanco, el gris, el pardo, el verde, etc. Hoy en día, sin embargo, la palabra urdin ha adquirido el mismo valor semántico que tiene el azul en la mayoría de las lenguas, salvo alguna excepción que atestigua este uso más amplio (ile urdin [pelo azul]: pelo blanquecino).

Berde: ¿qué decir del color berde (verde)? Aunque algunos piensen lo contrario, la palabra berde es antigua, ya que el propio Leizarraga la utilizó en forma de pherde en el siglo XVI. También tenemos otra forma antigua para expresar el verde (musker) que utilizaron en sus composiciones los poetas Lizardi y Lauaxeta. Sabino Arana acuñó la palabra orlegi para expresar el color verde, basado en la analogía con la palabra beilegi, pero hoy en día pocos la utilizan (con la excepción del himno del Athletic). En el siglo XX la forma hori-urdin (amarillo-azul) también aparece en las obras de varios autores para expresar el color verde, basándose en la lógica cromática.

Arre: para denominar el color marrón tenemos la palabra arre. No podemos decir gran cosa de ella, porque no es de etimología transparente.

Nabar: una de las acepciones de la palabra nabar significa marrón, pardo; pero también tiene otra acepción diferente, sin salir del tema de los colores. En animales, por ejemplo, el adjetivo nabar suele indicar la mezcla de varios colores. En cualquier caso, es evidente que el color nabar ha tenido un amplio campo semántico en la antigua usanza.

Ubel: también podemos mencionar el color ubel para expresar el color morado. Por etimología parece que la composición de la palabra puede ser ur (agua) + bel (negro).

También hay más palabras de colores, pero no son de mucho uso ni demasiado precisas de significado.

Para terminar con esta serie de colores, diremos que, como en la mayoría de las lenguas, en euskera también recurrimos a las comparaciones a la hora de definir el matiz del color: ‘gaztain koloreko behorra’ (una yegua de color castaño), ‘hauts koloreko zakurra’ (un perro de color polvo), ‘lur koloreko gabardina’ (una gabardina de color tierra), ‘erle koloreko aharia’ (un carnero de color abeja).

En resumen, como se ve, los nombres de los colores de hoy en día no se corresponden exactamente con el uso que se les daba antiguamente en euskera. Hoy día podemos decir que los nombres de los colores están muy universalizados, globalizados y homologados, pero en el euskera se han mantenido varias joyitas, que nos pueden ayudar a comprender mejor el mundo antiguo de los vascos.

 

Joseba Santxo Uriarte

Filólogo e investigador

Comentarios ( 0 )

    Deja un comentario

    Your email address will not be published. Required fields are marked *

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

    ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~