Apuntes de etnografía

Eguzkia dantzan. Josu Larrinaga Zugadi.

Como es conocido, la víspera y la festividad de San Juan (24 de junio) poseen una gran amalgama de rituales simbólicos asociados a la tierra (personas, animales, cosechas o vegetales protectores), agua (creencias de limpieza, regeneración y curación), aire (momento mágico de liberación de seres nocturnos y malignos) o el fuego (elemento purificador o renovador). Unido a este último, tenemos presente la costumbre de subir la madrugada de San Juan a ciertos altozanos para poder observar la danza realizada por el astro rey o sol danzante (efecto óptico del denominado por la ciencia como sun dog, parhelio o falso sol).

El sol es capaz de bailar ese día y estamos, además, en la época de mayor duración del intervalo de luz solar. Así que no es raro que las sociedades tradicionales pusieran su énfasis en estos fenómenos estacionales e imitaran o emularan con una serie de danzas rituales el espectacular poder del adorado astro principal, siendo habitual esa noche, en la plaza, frente a la hoguera comunitaria, y la misma festividad de San Juan, realizar bailes colectivos y danzas de un fuerte nivel de ritualidad o significado.

Ritual de San Juan en Urdiain (Navarra). Josu Larrinaga Zugadi.

Atendiendo a una clasificación simplificada de las danzas en Euskal Herria, válida también para este tiempo festivo al inicio del solsticio de verano, podemos destacar las danzas estructuradas, realizadas por grupos especializados, con formaciones de danzantes unidos por herramientas (espadas, bordones o palos), como la Bordon-dantza de Tolosa (Gipuzkoa). Y elitistas formaciones de número establecido, dirigidas, o no, por alguna figura rectora o sancionadora (capitanes o buruzagiak, sargentos, bobos, bastoneros o cachimorros) de las evoluciones de los participantes. Ciclos de danzas rituales que aparecen en la Dantzari-dantza del barrio de Momoito en Garai (Bizkaia), el conjunto de la Azeri-dantza de Andoain (Gipuzkoa), las itinerantes danzas de Laguardia (Álava), el conjuro cuasi-danzado de las mujeres de Urdiain (Navarra) y curiosamente, las San Juan iantzak de Berastegi (Gipuzkoa), propias del día de San Lorenzo (10 de agosto).

En un segundo grupo incluimos las danzas sociales y comunitarias que tratan de buscar la cohesión social de un sector de la población (mutil-dantzak o jauziak, rituales específicos…) o de su conjunto (danzas corales mixtas) a través de la participación en la sokadantza. Con estas danzas rituales vienen asociadas, en muchas ocasiones, peculiares danzas sociales ejecutadas en la plaza, frente al árbol u hoguera de San Juan (Andoain y Donostia en Gipuzkoa, Arantza e Iribas en Navarra, Garai en Bizkaia…), destacando por su marcado simbolismo el aurresku de mujeres o Eguzki-dantza de Lekeitio (Bizkaia), que se ejecutaba por tres veces (albakuan, meza ostean y errosario ostean).

Eguzki-dantza en Lekeitio (Bizkaia). Josu Larrinaga Zugadi.

Mencionamos, finalmente, las danzas de diversión u otro tipo de danzas, rituales o no, que no se encuadran en los apartados anteriores. Como muestra podemos señalar la Maskuri-dantza de Hernani (Gipuzkoa) o la fiesta singular sanjuanera y su danza individual en Torralba del Río (Navarra).

Josu Larrinaga Zugadi – Sociólogo