El cesto de flejes de castaño que primordialmente se utilizaba para el acarreo de hierba del prado a la casa ha servido también para otros menesteres. He aquí dos recogidos en la comarca del Guerniquesado:
Cuando cloqueaba una gallina que no interesaba ponerla a incubar, para que se le quitara la cloquera se la colocaba bajo un cesto de hierba en la cuadra. Se la sacaba de vez en cuando para darla de comer y de beber y se la volvía a introducir bajo el cesto. En este estado a la gallina clueca se le eriza el plumaje y de no proceder a aislarla molestaba a las demás gallinas y al menor descuido se ponía sobre los huevos producidos por ellas para tratar de incubarlos. La consecuencia era que podía romperlos o malograrlos por el calentamiento, y el huevo quedaba molido. No es tarea fácil quitarle la cloquera a la gallina, suele costar al menos quince días.
Otra situación muy distinta se daba cuando un niño cumplía años. La víspera se le decía que debía pasar esa noche bajo un cesto (zestopean sartu). A muchos niños les hacía ilusión en tanto que a otros les daba miedo. El juego consistía en hacer escaramuzas para tratar de prender al niño y que él las esquivara para evitarlo. Solía tratarse de niños muy pequeños, de uno o dos años, porque si eran algo mayorcitos no se dejaban coger y de hacerlo volcaban fácilmente el cesto.
Las personas mayores recuerdan también que a los novios la víspera de su casamiento se les decía lo mismo. Como el matrimonio es un rito de paso que supone el abandono de la soltería y la adquisición de un nuevo estatus, el de casado, se decía que debían pasar esa noche bajo un cesto porque no convenía que se vieran hasta el momento de la celebración del matrimonio.
Segundo Oar-Arteta – Etniker Bizkaia – Grupos Etniker Euskalerria
Para más información puede consultarse el tomo dedicado a Ritos del Nacimiento al Matrimonio del Atlas Etnográfico de Vasconia. De próxima publicación: Agricultura en Vasconia.