La primera representación del Nacimiento de Jesús es atribuida a san Francisco de Asís en el año 1223. Durante el siglo XIV esta costumbre se difundió por el sur de Italia. Carlos III en el siglo XVIII hizo popular la tradición del Belén en territorio hispano.
El Belén de Laguardia es expresión cultural y resultado de la religiosidad de los vecinos de la localidad durante el período navideño. Posee, por tanto, gran interés histórico y etnográfico.
El día de Navidad se representa el Nacimiento de Jesús y la Adoración de los Pastores; por Año Nuevo la Circuncisión; el día de Reyes la Adoración de los Reyes de Oriente; y a principios del mes de febrero, pasada la fiesta de San Blas (3 de febrero), la Huida a Egipto. De las cuatro representaciones, esta última es la más bonita, divertida y que más público congrega, ya que teatraliza la historia del milagro del campo de trigo.
A la derecha del altar mayor, colocan una imagen de san Blas con rosquillas y a la izquierda, la de María también con rosquillas y una jaula de palomas, que simbolizan la Presentación de Jesús en el Templo el día de la Candelaria o de la Purificación (2 de febrero).
Este nacimiento es el que más perdura en el tiempo de la Navidad. Las representaciones teatralizadas de las cuatro historias navideñas abarcan desde el día de Navidad hasta el primer domingo del mes de febrero. Una tarde de la segunda quincena del mes de enero acostumbran realizar una representación de las cuatro historias juntas amenizada por la música de los gaiteros. La organización corre a cargo de la Asociación del Belén de Santa María de los Reyes de Laguardia.
El sitio donde se realizan estas representaciones belenistas es la capilla de la Inmaculada en la iglesia parroquial. Los actos tienen lugar después de la misa mayor. Es una oportunidad para ver la más preciada de las joyas de Laguardia, el pórtico gótico policromado de Santa María de los Reyes.
Aderezan y amenizan las cuatro historias el baile de los pastores y los cabezazos de los carneros. Los danzantes bailan en corro al son de la música de los gaiteros y del tamboril. Lo hacen a ritmo vertiginoso, hasta que de repente se chocan por parejas dándose fuertes golpetazos. En ocasiones resultan lesionados y sufren importantes desperfectos. Entre el público estos hechos causan sorpresa y provocan la hilaridad y el cachondeo general.
A su vez, dos carneros empinándose chocan brutalmente, con ganas y fuerza, los cuernos de sus testas, produciendo un golpe seco y sonoro, a la vez que se oye el campaneo grave de las esquilas. Danzantes y carneros apasionan, divierten y entusiasman a los más pequeños.
Estas representaciones del drama sagrado cuentan con un interesante montaje escénico de luz y sonido. El Belén de Laguardia tiene movilidad, escenografía y música de dulzainas y tamboril. Acuden numerosos chiquillos, que disfrutan contemplando el Belén animado. Bajo el escenario o tablao, colaboradores y amigos del Belén mueven las piezas articuladas deslizándolas sobre tablones y accionando las figuras con sencillos resortes.
Desde mediados del siglo XVIII se hallan incorporadas las representaciones del Belén a la liturgia navideña. Este Belén barroco de movimiento está integrado por 73 piezas. Las figuras protagonistas de las representaciones van desde esculturas de bulto redondo en madera policromada hasta imágenes vestideras, figuras de cartón-piedra y siluetas de tabla recortada. La noticia más antigua que tenemos sobre el Nacimiento de Laguardia data de 1749 en que se anotan los gastos del montaje del altar del Belén.
Fecha clave en su ampliación fue el año 1761. El Nacimiento fue ampliado y se convirtió en un Belén articulado con las figuras en movimiento de la Adoración de los Pastores, Circuncisión de Jesús, Adoración de los Reyes Magos, danza de los pastores y carneros topándose. De 1783 es la rueda que sirve para mover a los pastores danzadores y para representar la siembra del campo de trigo.
A través de estas representaciones y textos bíblicos (Evangelios canónicos y apócrifos) se transmite una enseñanza doctrinal, a modo de catecismo. Son cuatro representaciones de pasajes de la vida del Niño Jesús hechas para completar la liturgia e ilustrar a los fieles.
José Ángel Chasco – Etniker Álava – Grupos Etniker Euskalerria
Para más información pueden consultarse las obras: Miguel Martínez Ballesteros. El Libro de Laguardia. 1887; y Clara Isabel Ajamil & Francisco Javier Gutiérrez. El Belén de Santa María de los Reyes de Laguardia (Álava). Un Belén barroco de movimiento. 2004.