Hoy día los agricultores mitigan los daños sufridos en el campo por el pedrisco contratando seguros que les resarzan las pérdidas sufridas en las cosechas, pero además practican antiguos ritos conjurantes con el fin de proteger frutos, animales y personas. El 3 de mayo, día de la Invención de la Cruz, se coloca el mayo en San Vicente de Arana (Álava) y permanece izado durante todo el verano en señal de protección de campos y cosechas contra tormentas y temporales hasta que es derribado el 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz.
Los vecinos señalan que el árbol mayo tiene que ser el más grande y hermoso, es decir, alto y recto. Estando de vereda talan en el monte una elegante haya con motosierra y hacha, la bajan al pueblo arrastrándola con un tractor, antes con bueyes, la descortezan a golpes de hacha y la dejan completamente limpia.
Jesús María Pérez de Lecea es el encargado, desde hace seis décadas, de preparar el árbol mayo. Coloca en el madero tanto símbolos antiguos como modernos. Antiguos son una cruz blanca de madera clavada en lo más alto, de frente al lugar desde donde vienen las tormentas, unas tijeras blancas de madera en forma de cruz de San Andrés para cortar los nublados evitando el pedrisco, el corporal del Jueves Santo que representa la túnica que vistió Cristo en el sepulcro, y la cruz de cera virgen de abeja para alumbrar a Jesús el camino hacia el cielo. Símbolos modernos son la veleta con el gallo y la flecha colocados en la misma punta del mayo, que indican la dirección del viento. Asimismo ata con nudos corredizos tres sogas para alzar el mayo. Prepara las tijeras u horcas, conocidas con los nombres de ‘cucañas’ u ‘horcajas’, en las que apoyar el mayo a la vez que lo izan. Lo plantan en la era del mayo, a la salida norte del núcleo urbano.
Al levantamiento del mayo le precede el toque de campanas a tentenublo o tentenube, que se repetirá hasta el derribo del mismo en septiembre, siempre y cuando el cielo presente peligro de tormenta con granizo: Tente tin, tente nublo, no te caigas sobre mí. Guarda el pan, guarda el vino, guarda el campo que está florido. Algunos añaden con humor: Dale pan al pobre sacristán. En otros lugares dicen también: Si traes agua vente acá, pero si traes piedra vete allá. Tras el toque de campanas el cura procede a la bendición del mayo a los cuatro vientos y luego los vecinos van desfilando a besar la cruz de cera.
Levantan el mayo numerosas personas, bien coordinadas por el encargado mencionado, al grito de ¡Arriba mayo!. Por debajo de los símbolos se encuentran las tres sogas citadas para que tiren de ella sendos grupos de personas. Frente al mayo se sitúa el más numeroso y en los laterales los otros dos, haciendo de tirantes, para equilibrar el tronco. Con las horcajas o cucañas en forma de tijeras, otro grupo numeroso va sujetando y levantando el mayo. La base del árbol es introducida en un agujero con forma de caja metálica. Luego acuñan el árbol que puede alcanzar los 25 m de alto. El último acto consiste en que las autoridades cuelguen siete cintas de colores de un aro en representación de las siete Cuadrillas de Álava y luego lo izan.
Piensan que si no se planta el mayo apedrea. Recuerdan que, a mediados del siglo XX, hubo un año en que no pudieron colocarlo debido a una fuerte nevada tardía y que un nublado apedreó la cosecha antes de comenzar la siega. El mayo deshace los malos temporales y evita el granizo, propicia las buenas cosechas de pan y vino y promueve el crecimiento de la mies cuando está el campo florido.
José Ángel Chasco – Etniker Álava – Grupos Etniker Euskalerria
Fragmento editado de la película italiana Le quattro volte en la que se muestra el proceso completo del izado del Mayo: https://www.youtube.com/watch?v=31AoIqsRkFY.