No nos sorprende que los medios de comunicación y las redes sociales se hagan eco de la buena acogida que ha tenido y tiene la ranchera mexicana en Euskal Herria. Últimamente, en especial al hilo del programa Oholtza de ETB1, prodigan los tuits y comentarios cargados de ironía y sarcasmo.
Lo realmente significativo son las altas cotas de audiencia registradas por el programa. Porque es indicativo de la popularidad de la que goza la música ranchera en nuestra tierra.
Son numerosas las y los vocalistas y grupos locales que ofrecen, con o sin mariachis, lo que conocemos como ‘música mexicana’. El trío Los Tenampas, en particular, ha querido indagar sobre el porqué del éxito de este tipo de música en nuestra sociedad, motivando al departamento de asesoramiento del grupo de trabajo de Labrit a emprender este nuevo proyecto.
Es preciso aclarar, antes de nada, que lo que nosotros entendemos por ‘música mexicana’ designa, en realidad, a una corriente musical originaria de ciertas regiones del norte de México y que se remonta a más de cien años atrás. No se trata, con rigor, de ‘música mexicana’, a pesar de que el poder político de la época denominada ‘Porfiriato’, haciendo referencia al mandato del militar Porfirio Díaz, pretendió darle proyección de música nacional, pretensión que, fuera de México, en buena medida consiguió.
Cualquiera que conozca México es consciente de que la diversidad cultural y lingüística del país no puede restringirse a un solo género musical. La música mexicana es diversa, plural y abundante, porque las numerosas culturas anteriores a la colonización y conquista española afortunadamente, aunque a duras penas, aún subsisten hoy por hoy.
Sea como fuere, la ‘ranchera’ nacida en México ha alcanzado un éxito innegable en Euskal Herria, que además se ha mantenido de generación en generación durante las últimas décadas.
En principio, entre las hipótesis y líneas de trabajo que deberemos analizar se encuentran:
—la influencia de la emigración vasca, es decir, la pasión por esta música que infundieron las personas que emigraron a México a su vuelta
—la afición al canto y la proximidad entre este tipo de canción y las diferentes corrientes o tendencias musicales en Euskal Herria (entre ellas las jotas)
—las derivadas autóctonas las apropiaciones, los desarrollos propios… de la música ranchera (NaparMex, rancheras en euskera…)
El informe solicitado por el grupo Tenampas requiere un análisis de las fuentes bibliográficas. Y, más concretamente, una búsqueda y comparación exhaustivas de los fundamentos que sustentan las aficiones e inclinaciones de las diferentes generaciones de euskaldunes, tanto en medios urbanos como rurales.
Sin pretender anticipar ninguna consecuencia, la siguiente pregunta podría ilustrar y anticipar la respuesta que se pretende encontrar: ¿cuáles son los factores que empujan a un joven de veintiún años de Jaurrieta y a su cuadrilla a conducir hasta Oibar un sábado por la noche para presenciar la actuación de un grupo que toca y canta música mexicana? Y una segunda pregunta concluyente: ¿cómo es que durante la actuación en Oibar pudiera coincidir con sus progenitores?
Gaizka Aranguren Urrotz – Doctor en valoración de la Memoria y el Patrimonio Inmaterial. Licenciado en Ciencias de la Información. Director general de Labrit