Apuntes de etnografía

Lezama, 1959.

En la comarca de Gernikaldea, para trabajar en el campo tanto los hombres como las mujeres han vestido tradicionalmente prendas sencillas de color oscuro. Si se trataba de realizar labores en el establo se ponían ropa todavía más corriente que no importara que se manchara con el estiércol o en el ordeño.

Para la labranza y la huerta los hombres vestían pantalón de mahón, con frecuencia con petachos (erremenduak), camisa también de mahón o de cuadros, faja (garrikoa) para paliar los dolores de cintura y riñón, un jersey viejo y la cabeza cubierta con boina (txapela).

Las mujeres llevaban falda (gona), blusa y sobre ella una chaquetilla, delantal (amantala) y pañuelo a la cabeza. Si habían de salir momentáneamente a la huerta con mal tiempo por encima de las alpargatas se calzaban los chanclos que solían tener a mano en el portal del caserío.

Si llovía mucho y se veían obligados a salir de casa se cubrían con un saco de yute que había contenido azúcar (azukre-zakua) que se compraba o de arpillera, dándole la forma de la cabeza de manera que cayera doblado por la espalda.

El calzado eran abarcas en un principio de fabricación doméstica, confeccionadas con piel de ganado. En el camarote la piel de vacuno se ponía tirante con la cara hacia abajo (ulez-behera) a una cierta altura del suelo hasta que se endureciera, colocando cal debajo para que los bichos (harrak) no la comieran. Después se posaba sobre una madera que hacía de plantilla y se le practicaban unos orificios con un clavo punzante (abarka-untzea o abarka-ziria) para que se pudieran pasar los cordones (hede meheak). Un informante señala que eran muy resbaladizas, con lluvia se clavaban las piedras y a menudo había que agarrarse al cuerno del buey para evitar caerse. Les sucedieron las abarcas de goma que se adquirían en el comercio.

En los pies, el complemento como protección y abrigo eran los peales (mantak) que eran unas piezas cuadradas colocadas en diagonal a las que se les daba la vuelta cuando se mojaban. Luego se introdujeron abarcas con escarpines (abarka-txapinak) estos últimos elaborados en casa con lana doméstica.

Hoy día se ha generalizado el buzo, si bien no tanto en las mujeres, conviviendo con la ropa vieja. En verano se han impuesto el sombrero de paja y la visera para protegerse del sol.

Los domingos y festivos para acudir al núcleo tanto ellas como ellos se visten con las mejores ropas de que disponen, la llamada ‘ropa de los domingos’, común por otra parte a la que viste la gente de los núcleos urbanos.

Segundo Oar-Arteta

Etniker Bizkaia – Grupos Etniker Euskalerria

Bibliografía: Agricultura en Vasconia. Atlas Etnográfico de Vasconia.