Las mascaradas son los carnavales tradicionales de Zuberoa. En las mascaradas, la sociedad se presenta dividida en dos grupos. Por un lado, los rojos, que representan la sociedad buena, honrada y formal. Entre ellos se encuentran las cinco personas principales: el señor y la señora, el labrador y la labradora, y los mariscales. Frente a ellos están los negros, sucios, harapientos e inmorales. En este grupo están los gitanos, integrados en Zuberoa desde antiguo, aunque la sociedad durante mucho tiempo tuviera prejuicios contra ellos. Además, están los personajes que interpretan antiguos oficios: los afiladores de espadas, los castradores de caballos, o los caldereros que arreglaban los calderos agujereados. El objetivo de la mascarada es, además de dar una imagen de la sociedad, criticarla de modo satírico.
Los y las jóvenes de uno o varios pueblos se reúnen durante todo el año para preparar la mascarada, que representan de enero a abril. Todos los fines de semana recorren los pueblos de Zuberoa. Empiezan por la mañana abriendo las barricadas y bailando por las calles. Por la tarde, los actores hacen su representación en la plaza del pueblo. En 2024, ha sido el turno de Pagola. Precisamente, tras representar la pastoral en 2019, los y las jóvenes de la localidad se apuntaron para preparar las mascaradas. Hay que decir que la participación de Pagola es inusual, por su especial relación con Zuberoa. De hecho, geográficamente hablando, Pagola no está completamente ubicada en Zuberoa. Uno de los lados del río se encuentra en tierra de Zuberoa y el otro en Baja Navarra. Sus gentes hablan un dialecto mitad bajonavarro mitad zuberotarra, conocido como euskara de Amikuze. Eso explicaría que Pagola no comparta tanto la cultura de Zuberoa. Pero ello no les ha impedido demostrar a todo el territorio que también en Pagola vive la cultura de Zuberoa.
En la mascarada de Pagola se pueden ver personajes habituales como los gitanos, los afiladores o Pitxu. Sin embargo, uno de ellos ha sacudido la tradición zuberotarra, ya que han designado a una mujer para uno de los personajes más importantes: Kabanasa. Pitxu y Kabana han sido tradicionalmente roles de hombres, y ahí es donde se han destacado al nombrar a una mujer por primera vez para representar a Kabana. Hay que decir que, en Zuberoa, en las mascaradas y en general en el aspecto cultural, la participación de las mujeres es relativamente reciente. Hay que remontarse a los años 1940. En 1944, tres mujeres de Barkoxe lograron el derecho para bailar de forma oficial y en público. En 1946, seis mujeres participaron por primera vez en las mascaradas organizadas por dicha localidad. Después del escándalo que esto supuso en Zuberoa, hay que esperar hasta el año 1977 para volver a ver a las mujeres en las mascaradas en Urdiñarbe.
Además, las mujeres se han integrado poco a poco en todos los papeles, entre los bailarines, los afiladores, los gitanos, los castradores o los caldereros. 1992 fue un año especial en Zuberoa, ya que por primera vez (y por última de momento) se organizó una mascarada compuesta solamente por mujeres. Las chicas de Eskiula se reunieron y recorrieron todos los pueblos de Zuberoa, no sin críticas. Posteriormente, solo en 2012 hemos visto a Pitxu representado por una mujer (Joana Hoquy) en la mascarada organizada por XIO (Asociación de exalumnos de Zuberoa). Y por segunda vez en el año 2024, una mujer, Ainara Aguerre, interpreta al personaje de Kabana.
La integración de las mujeres en las mascaradas ha llevado varias décadas. Desde aquellas seis primeras mujeres de 1946 a las mascaradas actuales, en las que las mujeres están prácticamente a la par de los hombres. Entre los bailarines, por ejemplo, son más las chicas, y no parece que la tendencia vaya a cambiar. Hoy en día las mujeres representan plenamente la cultura vasca y zuberotarra, y en los próximos años su importancia debería ser cada vez mayor.
Si lo relacionamos con la pastoral, aunque las mujeres participan desde hace mucho tiempo, en el papel de errejent (director de la pastoral) las mujeres han pasado a primera línea muy recientemente; por ejemplo, tres mujeres han desempeñado esa función en dos pastorales seguidas en los últimos tres años. Una de ellas, Xantiana Etxebeste, dirigirá en 2024 la pastoral de Gamere-Zihiga Luis Ligetx.
Iker Uthurralt