En el Valle de Carranza (Bizkaia) se ha conocido, y aún se conoce entre los vecinos de más edad, con el nombre de rocha una construcción auxiliar adosada habitualmente a la casa o en ocasiones exenta de la misma.
La cita más antigua que se tiene de ese tipo de construcción aparece escrita en una de las cartas enviadas por el carranzano Diego de Ahedo, Arzobispo de Palermo, desde Sicilia a su sobrino Pedro Ochoa de Ahedo, residente en el Valle. Carta con fecha 15 de enero de 1588, en la que se hace mención al lugar donde ubicar una panera para guardar el grano de trigo: “ahora me parece que el lugar y puesto donde más conviene que esté es la bodega y rocha donde se solía recoger la sidra”.
La rocha es un edificio de pequeñas dimensiones, de planta rectangular, levantada con muros de piedra mampuesta, utilizándose sillarejo tosco en los esquinales. La cubierta, generalmente a un agua, se compone con un sencillo armazón de madera de vigas y cabrios de roble, posando sobre estos la chilla o tablazón, con cubrición de teja roja.
En la mayoría de las edificaciones existentes el frente lo encontramos totalmente cerrado, disponiendo como puerta de acceso al interior de un hueco remarcado con piedra de sillería tosca o madera. En otras este aparece total o parcialmente abierto.
La ausencia de ventanas en unas construcciones o la utilización de un hueco de pequeñas dimensiones en otras, por donde apenas penetra la luz, mantiene constante la penumbra en su interior.
A lo largo de los tiempos la rocha ha venido cumpliendo diferentes funciones. En épocas antiguas fue utilizada para guardar los aperos de labranza o albergar el lagar y demás utensilios para la elaboración de la sidra, motivo este último por el que también se la ha conocido como la ‘cubera’.
Perdida su primigenia utilidad, las construcciones que perviven al paso del tiempo se vienen utilizando desde hace varias décadas para la estabulación de ganado vacuno y ovino, aseladero de gallinas o borcil para criar cerdos. En algunos casos también se utilizan como garaje para guardar vehículos o pequeños tractores.
Miguel Sabino Díaz – Etniker Bizkaia – Grupos Etniker Euskalerria