El Ministerio de Fomento, a través del Instituto Geográfico Nacional, acaba de dictaminar una resolución por la cual la sierra que va desde Labastida (Álava) hasta Lapoblación (Navarra), pasando por San Vicente de la Sonsierra (La Rioja), se denomina oficialmente sierra de Toloño. Resolución firme y definitiva que pone fin a tres décadas de debate y controversia.
Las razones que sustentan esta denominación se apoyan en fundamentos etnográficos, cartográficos, archivísticos y literarios. Pasamos a continuación a argumentar brevemente el porqué de dicho nombre de lugar desde una perspectiva etnográfica.
Así le decían los labradores de Rioja Alavesa y la Montaña, particularmente las generaciones de nuestros padres y abuelos. En Moreda, por caso, cuando trillaban la mies en la eras para separar la paja del trigo, esperaban a que soplara el viento de Toloño.
Histórica y culturalmente la sierra de Toloño es la columna vertebral que une los territorios de Rioja Alavesa y Montaña Alavesa. En los montes de la sierra hallamos elementos comunes y espacios compartidos por los pueblos de ambas vertientes: tradiciones, devociones, parzonerías, haceríos y comunerías de derechos de pasto y aprovechamiento de montes…
Los vecinos de Samaniego queman las mañas, gavillitas de manojos aromáticos de espliego, que recogen en la falda de la sierra de Toloño la víspera de la Inmaculada Concepción, en señal de fiesta y regocijo. También suben hasta el Puerto de Herrera en lo más alto de la sierra a cortar ramas de tejo. Con ellas, que son símbolo de inmortalidad, adornan el Huerto, como son conocidas las andas procesionales con la imagen de Jesucristo Resucitado. Esta costumbre, al igual que la del juicio y quema del Judas, se practica el Domingo de Resurrección.
Los pastores recorren con sus rebaños los pastos del monte comunero de Toloño, antiguo monte de la Hermandad de Laguardia y su Tierra, perteneciente desde la concesión del Fuero de Población, por parte del monarca navarro Sancho VI el Sabio en el año 1164, a todos los pueblos de Rioja Alavesa que históricamente han estado integrados en la villa de Laguardia. Cuando las aldeas se independizan de la villa durante los siglos XVI y XVII, lo hacen en todos los aspectos excepto en el disfrute de los montes comunales, que no se reparten, sino que quedan como bien común de las nuevas villas.
Fue costumbre de los pastores de ambos lados de la sierra levantar el Mayo de Toloño. Era un tronco de árbol común que servía para protegerles de las tormentas en tanto que ejercían sus derechos de pasto, tránsito de los rebaños, aprovechamiento de las aguas y corte de leña.
La religiosidad popular de los pueblos aledaños confluye en santuarios comunes ubicados en la sierra. Al occidente se hallaba el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles de Toloño y al oriente encontramos la ermita de San Tirso y el santuario de Nuestra Señora de Ocón. El culto religioso mediante romerías, procesiones y rogativas se celebra en torno a estos espacios sagrados.
Componentes del Seminario Alavés de Etnografía, de Euskaltzaindia y del Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco han recuperado y normalizado el término sierra de Toloño, haciendo posible que voces de uso común no terminen por perderse con el paso del tiempo.
José Ángel Chasco – Etniker Álava – Grupos Etniker Euskalerria
Más información en Sierra de Toloño, nexo de la Montaña y la Rioja Alavesa e Historia de nuestros nombres de lugar: la sierra de Toloño, ambos de José Ángel Chasco y publicados en 2017.