Con los nietos. Zeanuri (Bizkaia), c. 1910. Fondo Felipe Manterola. Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.
En nuestra experiencia de redactores del Atlas Etnográfico de Vasconia hemos comprobado que en los decenios 1960 y 1970 se produjeron muchos cambios y rupturas con tradiciones anteriores.
Previamente y como pórtico a estas constataciones conviene señalar que en el ámbito internacional fueron también décadas de enormes tensiones y movimientos sociales. Este año se ha conmemorado el cincuentenario del mayo del 68 francés que fue un movimiento obrero, intelectual, estudiantil… de enorme resonancia en todo el mundo. Aquella primavera tuvo repercusión y ecos, algunos muy dolorosos, en México (Tlatelolco), Praga, China (Revolución Cultural), California (Berkeley)… En la propia Iglesia la celebración del Concilio Vaticano II (1965–1975) influyó decisivamente en la actitud espiritual de la gente y trajo como consecuencia la secularización de muchos sacerdotes y religiosos y una disminución de las vocaciones.
El Estado español implantó un plan de estabilización para la ruptura de la autarquía en la que había vivido y logró el ingreso en la ONU. Nació la industria turística y se introdujo con fuerza la producción y el uso del coche utilitario. Socialmente, se triplicó la enseñanza secundaria, se crearon las escuelas profesionales… Supuso un cambio en el porvenir de la juventud. Otras muchas transformaciones se pueden apuntar: se intensificó la industria de la moto y el automóvil, la radio dejó de ser estática, se generalizó el transistor y se introdujo la televisión.
Asto-astoka ‘Al burro seguido’. Zeanuri (Bizkaia), c. 1920. Fondo Felipe Manterola. Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.
De la labor etnográfica recogida en nuestra obra, apuntamos algunas de las muchas transformaciones. Así, en lo que afecta a la alimentación doméstica, se dejó de sembrar el trigo y se quebró la autarquía alimentaria existente en los caseríos. Algo parecido ocurrió poco más tarde con la cría del cerdo doméstico, el ganado vacuno y lanar y en parte también con las gallinas, llegando casi a desaparecer la matanza doméstica de animales.
Los partos dejaron de tener lugar en la casa, se redujo la natalidad y dejaron de cohabitar tres generaciones en el hogar, reduciéndose a una o dos a lo sumo. Los bautizos, misas y ritos funerarios sufrieron profundas modificaciones. Los juegos colectivos, anteriormente dominantes, pasaron a ser más individuales. Decayeron los conocimientos y prácticas de la medicina popular y se generalizó el uso de medicamentos. Se pasó de una ganadería menor doméstica a escala más humana a una ganadería de gran producción. Se redujo drásticamente la fuerza humana y animal en las labores del campo sustituyéndose por la gran maquinaria. El campo comenzó a mecanizarse veloz e intensamente.
Segundo Oar-Arteta – Etniker Bizkaia – Grupos Etniker Euskalerria
Para más información pueden consultarse los ocho tomos publicados del Atlas Etnográfico de Vasconia.