En el barrio de Biáñez, en el Valle de Carranza, a lo largo de los años 1940, salía un grupo de jóvenes a pedir aguinaldo el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes.
Ese día hacían el recorrido por las casas de los barrios de Biáñez, Bollain y Paules, pertenecientes a la parroquia de Biáñez, llegando en ocasiones hasta Ranero y Santecilla, barrios de las parroquias homónimas, un tanto alejados de su lugar.
El grupo, acompañado en el recorrido del cura de la parroquia, lo encabezaba una niña vestida de Virgen María a lomos de una burra, que llevaba en brazos el Niño Jesús del nacimiento de la iglesia parroquial. Otra niña, vestida de san José, llevaba el ramal de la burra.
Durante el recorrido paraban delante de la puerta de las casas y entonaban una pequeña canción:
Somos los niños de Biáñez,
los santos inocentes que paramos aquí
y venimos a pedir
un huevo, una perra o un trozo de pernil.
Finalizado el canto, daban a besar el Niño Jesús a los moradores de las casas que salían a darles el aguinaldo, generalmente alimentos y algún dinero. Con lo recogido en la cuestación hacían días después una merienda en el salón de la casa parroquial.
A partir de 1960 esta fiesta de cuestación ya no se celebraba. Desde este año las niñas de la escuela de Biáñez salían a cantar villancicos avanzada la época navideña, un día entre Nochebuena y Nochevieja.
Unos días antes de las vacaciones de Navidad, a la salida de la escuela, las niñas acudían a la iglesia donde se ensayaba el canto de los villancicos. El día elegido las niñas recorrían los barrios de Biáñez y Paules, visitando las casas donde habían montado el nacimiento, cantando el grupo un villancico delante de él. Días después, estos nacimientos eran agraciados con algunas figuritas del belén.
Miguel Sabino Díaz – Etniker Bizkaia – Grupos Etniker Euskalerria
Para más información puede consultarse el tomo dedicado a Ritos del Nacimiento al Matrimonio del Atlas Etnográfico de Vasconia.