La construcción de los primeros molinos de viento en Bizkaia data del siglo XVIII. Ingenios eólicos que aparecieron a lo largo de la década de los años 1720, coincidiendo con un prolongado período de sequía que azotó al territorio vizcaino.
Tuvieron una vida efímera ya que a partir del fin de la época seca fueron abandonando paulatinamente la actividad de moler. Con el paso del tiempo, fuera ya de uso y sin maquinaria, la mayoría de ellos terminaron por arruinarse y desaparecer. Solo unos pocos fueron rehabilitados, dedicados los edificios a vivienda, granero o, como en el caso de Aixerrota en Getxo, a galería de arte.
La arquitectura de estos ingenios correspondía a la tipología de molino de torre, de eje horizontal. Edificio de piedra, de forma troncocónica, aparejado en piedra mampuesta, con huecos en piedra labrada. El cuerpo arquitectónico estaba rematado por una corona de piedra sillar grapada con plomo para evitar su desplazamiento. Sobre ella se asentaba un carril de madera de encina en el que se encajaban las ruedas que permitían girar la cubierta, la cual estaba formada por un chapitel o caperuza recubierta de madera. De esta sobresalía horizontalmente el eje mayor, que disponía en uno de los lados cuatro aspas sobre las que se colocaban velas de gruesa tela de mahón. En el lado opuesto se situaba el timón, prolongado con la pértiga, empleados para hacer girar el chapitel y orientar las aspas hacia el viento dominante en cada momento.
En el interior del molino el eje mayor llevaba incrustada una rueda vertical con dientes en una de sus caras que ponían en movimiento la linterna mayor, un piñón de madera de nogal que multiplicaba el número de revoluciones de las aspas y transformaba a su vez el movimiento de rotación vertical a horizontal. Dos pequeñas linternas, que recibían el movimiento de otra rueda dentada horizontal, hacían girar las piedras volanderas de la maquinaria de trituración, que disponía de dos pares de piedras con las que se molturaba tanto maíz como trigo.
De los molinos que aún mantienen su arquitectura en pie, el más antiguo es el de Artxanda (Sondika), que entró en funcionamiento a finales del año 1725. Tras este, a lo largo de la década, se levantarían los de Aixerrota (Getxo), Aixeder (Ispaster) y Azpazar (Abadiño).
Fuentes escritas y orales hacen mención a la existencia de otros molinos de viento levantados en cerros y cumbres del territorio: Montañán y Treto (Carranza), Arnabarre (Getxo), Lumo (Gernika-Lumo), Arrola (Nabarniz), Garuriz (Plentzia) y Repélega (Portugalete).
Miguel Sabino Díaz – Etniker Bizkaia – Grupos Etniker Euskalerria
Para más información puede consultarse el tomo dedicado a Agricultura del Atlas Etnográfico de Vasconia. También la obra del autor del texto La molinería tradicional en Las Encartaciones. Sopuerta, 1998.
Está muy bien el articulo; es muy interesante. Quiero aportar que aparte de los molinos citados, hubo en esa misma época un molino de viento en Begoña del que existe documentacion escrita. Es más, está dibujado en un plano de Bilbao de 1739, para mí la joya de Bilbao (plano de Gabriel Bawdin). En dicho plano, que abarca todo el estuario del Abra, también están dibujados el de Sondika y el de Aixerrota. Si alguien está interesado en dicho plano, yo le puedo proporcionar una copia.
Sería bueno si pudieras proporcionarnos una copia de esa joya de plano. Mil gracias por el ofrecimiento.