Apuntes de etnografía

Los topónimos designan lugares: casas, calles, arroyos, barrios, montes, parajes, etc. Nos ofrecen un testimonio sobre nuestra ciudad y nuestro entorno, aportando infinidad de datos, características geográficas, históricas y etnográficas. Y no solo habla del entorno, de la sociedad y de la forma de vida, sino que también da cuenta del idioma.

Es por ello que debemos velar por la preservación de la misma, al igual que lo hacemos con los demás elementos que conforman el patrimonio cultural inmaterial. Aún más si tenemos en cuenta lo rápido que está cambiando la sociedad, lo rápido que estamos avanzando. Y es que, en las últimas décadas, la creciente urbanización del territorio está provocando la pérdida de nombres de muchos lugares; y a su vez, la creación de otros nuevos.

A menudo, desconocemos el origen de los lugares que habitamos y transitamos. No sabemos lo que encierra el nombre de un barrio, una calle, una plaza o una fuente: qué esconde el nombre de ese lugar, qué historia o anécdotas han sucedido en él; cómo vivían, anteriormente, sus gentes.

Y precisamente, la publicación Non eta Bilbon nació con el objetivo de dar a conocer y difundir el corpus toponímico de la villa de Bilbao. Para concienciar a bilbainos y bilbainas de la indiscutible importancia de la toponimia, del significado de los nombres de lugar tanto céntricos como periféricos, facilitando su uso.

En el año 2020 se publicó Bilbon hara-hona: leku izenak eta euren arrastoak, un libro que contiene 40 artículos. Y a través de esta publicación hemos pretendido continuar el camino emprendido entonces, con otra serie de 40 escritos elaborados por personas de reconocida competencia en diversas áreas.

Como decíamos, la toponimia aporta mucha información sobre los lugares, y aunque la capital bizkaina está muy cambiada, este recopilatorio ofrece pistas para saber cómo era Bilbao hace unos años. Por un lado, se mencionan sitios que, con el paso del tiempo, y a medida que se ha ido desarrollando la ciudad, han experimentado un cambio significativo: Abando, Arangoiti, Errekalde, Miribilla, Otxarkoaga o Txurdinaga. Por otra parte, tendremos la oportunidad de dar un paseo por los rincones más característicos del bocho, como son la Plaza Vieja, el mercado de la Ribera y el paseo del Campo Volantín.

Además, visitaremos los lugares que se hicieron conocidos por algún hecho histórico: Gudabikolanda, San Roke de Larraskitu o Zubileta. Asimismo, conoceremos la historia que guarda el puente de Kastrexana, lugar de gran importancia en la mitología vasca; curiosidades sobre los montes Elorriaga, Meazabal, Iturritxualde y Pagasarri que rodean Bilbao; lo escrito sobre el río Ibaizabal, el más extenso de Bizkaia; y lo vivido por el guardián de Botica Vieja y las ranas que croaban al otro lado del puente de San Antón.

Las ilustraciones de la edición corren a cargo del pintor y artista Mikel Erkiaga, que mediante el tratamiento de imágenes, actuando directamente sobre ellas, resaltando ciertas formas o buscando quizá una composición más abstracta, según los casos, crea nuevas miradas que complementan los textos y, cuando menos, sorprenden.

Ziortza Artabe Etxebarria – Departamento Herri Ondarea – Labayru Fundazioa