Esta tarde en Busturia, en la Casa de Cultura de Altamira, dentro de la programación de las Jornadas Europeas del Patrimonio, se presentará el audiovisual titulado Ostu-ostuka eta txopinka. En este documental, a través de los testimonios orales recogidos a varias personas de la localidad de distintas generaciones, se da cuenta de los juegos infantiles tradicionales de este pueblo costero.
A pesar del paso de los años, muchos de los recuerdos de infancia de nuestros informantes están directamente relacionados con los juegos: cuántos paseos a Atxapunta, cuántas risas, cuántas anécdotas… A menudo las amistades de la niñez son para toda la vida, porque los lazos de la infancia son muy fuertes.
Los niños y niñas aprenden a jugar espontáneamente y desde la primera edad. Para ellos los juegos son mucho más que un mero pasatiempo; son también una forma de estimular las capacidades necesarias para su crecimiento. A través de los juegos los niños y niñas crean relaciones entre sí, fomentando el respeto y la amistad; aprenden las reglas del juego en equipo, desarrollan la imaginación y la creatividad y ejercitan también las habilidades físicas. Pero además, casi inconscientemente, mientras juegan, los niños se van adentrando en la cultura vasca; el juego es una vía de transmisión de costumbres, valores y tradiciones que pasan de generación en generación.
En la vida cotidiana, como ha ocurrido en otros ámbitos, los juegos también han experimentado grandes cambios en las últimas décadas. Hoy en día, los niños y niñas utilizan tecnologías avanzadas y juguetes sofisticados, a menudo dentro de sus casas o en espacios interiores; y generalmente, con una pantalla de por medio. Hace unos años, en cambio, para divertirse y jugar con otros niños y niñas del barrio o del pueblo, no hacía falta gran cosa. Los recursos de los que disponían se convertían en juguetes: cuerdas, piedras, palos…; los nidos de los pájaros… Y los alrededores de los caseríos, las campas y los bosques, las plazas y las calles se convertían en lugares de juego. A partir de ahí, sólo era necesaria la participación activa y la imaginación de los jugadores, fuera cual fuera su edad.
Algunos de los juegos típicos de Busturia, como las tabas, las canicas… son muy antiguos, conocidos en todo el mundo y han traspasado fronteras y generaciones. Otros, en cambio, presentan particularidades más concretas de la localidad. Este es el caso, por ejemplo, de txopinka, al que juegan tanto chicas como chicos (una variedad del pilla-pilla) o koxo-pla (variante local del truquemé) al que juegan las niñas con gran habilidad.
Hoy vivimos en la era digital, y puede parecernos que estos juegos estén anticuados, pero siguen teniendo su valor y su importancia.
Ver el vídeo:
Akaitze Kamiruaga
Departamento Herri Ondarea – Labayru Fundazioa