Pío Caro Baroja ante el retrato de su hermano Julio. Tomada de Euskonews.
Hace poco tiempo nos dejaba Pío Caro Baroja en su casa de Málaga. Custodio de la memoria familiar y de Itzea, casa adquirida por su tío Pío en 1912, destacó por su trayectoria documentalista aunque también fue autor de obras literarias de diversa temática y editor.
“Todo pasa en el mundo, no sólo desaparecen los hombres formando generaciones, también se van las costumbres, los ritos, las creencias se transforman, las técnicas, no sabemos si para bien o para mal. En todo caso, el día de difuntos en las sepulturas de las parroquias rurales lucen las argizaiolak, pero los hombres modernos también tenemos la obligación de honrar a nuestros muertos y sus costumbres y Navarra puede y debe dar ejemplo recogiendo todas las reliquias de su pasado milenario.” Así finaliza uno de sus más destacados trabajos, Navarra. Las cuatro estaciones.
Contemplando la rápida transformación de la sociedad rural, condenada a perder sus trabajos, costumbres y tradiciones, en colaboración con el NO-DO y con la productora creada junto con su hermano, Julio Caro Baroja, Documentales Folclóricos de España, Pío Caro realizó trabajos de carácter histórico-etnográfico como: Los diablos danzantes de Almonacid del Marquesado (1964), El carnaval de Lanz (1964), La Virgen de la Peña (1964) o Las botargas (1965). Para la segunda cadena de TVE, durante la misma década, podemos mencionar, entre otros, trabajos como Deportes vascos, El valle de Iraurgui (1966), Bertsolaris (1967), Las traineras (1967) o La Javierada (1968).
Ezkoa, cerilla. Tomada de Navarra. Las cuatro estaciones de Pío Caro Baroja.
Dos de sus proyectos más importantes fueron rodados en la siguiente década, también en colaboración con su hermano: Navarra. Las cuatro estaciones (1970-1972), para la Institución Príncipe de Viana, y Gipuzkoa (1976-1979), para la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián.
En Navarra. Las cuatro estaciones, recogieron aspectos destacados y característicos de este territorio durante el ciclo anual: artesanía de aperos, labores agrícolas, romerías, fiestas, carnavales y otras manifestaciones del folclore rural. Muchos pasajes son de gran interés pero, entre todos, hay que mencionar el fragmento, previamente realizado para el NO-DO, dedicado al carnaval de Lanz, de cuya recuperación fueron responsables los dos hermanos y que en 2014 se conmemoraron los 50 años.
En el documental Gipuzkoa, dividido en ocho apartados: el hombre, la piedra, las praderas, el árbol, el medio rural, el hierro, el mar y las villas, resumieron también los usos, costumbres y tradiciones de un pueblo con antigua historia.
En palabras de Roldán Larreta: “Ahí queda para el futuro de la cultura vasca un mundo fijado en celuloide lleno de formas mágicas y tradiciones ancestrales gracias a la labor de un cineasta incomprendido en su tiempo”.
Naiara Ardanaz – Etniker Navarra – Grupos Etniker Euskalerria