El día 26 de octubre se cumplirá un año del nacimiento de este blog. Durante este tiempo se ‘han subido a la red’ (hasta ahora si había una red era por el peligro de que algo cayese) cincuenta y tantos textos, que en el argot no se pueden llamar así sino posts, creados por casi una docena y media de colaboradores, a los que me resisto a considerar bloggers o blogueros porque se reirían de mí. Los ha habido de diferentes materias, de eso se trataba, y con distintos enfoques, lo que le da variedad.
No pretendemos ahora realizar una valoración de tales contribuciones, cada lector habrá llegado a sus propias conclusiones (en el circo romano en que se ha convertido Facebook, hemos cosechado unos cuantos pulgares hacia arriba, de ahí que aún conservemos la vida). Solo desvelaremos algunos de los secretos de la cocina en que alguna vez se han preparado estos textos y en otras tan solo se han aliñado pues ya venían cocinados. El principal ha sido convencer a un etnógrafo de que escriba un texto que se ciña a tres cuartos de página. Esta es una pretensión tan ingenua como pedirle a un recalcitrante cineasta de películas históricas que cree un anuncio publicitario. Si el plato que llega preparado a la cocina del blog cuenta con numerosos ingredientes bien mezclados la solución es sencilla, se retira una parte de la ración y casi nadie lo nota. El problema es cuando pides un langostino y te envían una langosta, ahí empieza la complicada labor de poda para que siga pareciendo una langosta pero sin todas sus partes. Esto ha ocasionado una situación comprometida pues siguiendo el símil lévi-straussiano, cuanto más cocinamos el plato tratando de que quede resumido a su mínima expresión, mayor es la sensación del autor del mismo de que se ha servido crudo (por respeto al lector-consumidor, no diremos nada de esta pretensión de servirle platos ligeros presumiendo que tiene dificultades para digerir comidas consistentes).
Son los problemas de la nueva época y sus grandes cambios. Llevará un tiempo adaptarnos a ellos. Me viene a la cabeza una anécdota familiar. Mi bisabuelo, un humilde campesino, consiguió que una de sus hijas ‘se casase bien’, es decir, con una familia bien posicionada. El día del banquete de bodas, cuando aquello era muy corriente festejarlo en casa, para dejar bien claro la posición social de la nueva familia, sirvieron un innovador primer plato de ensaladilla rusa seguido de entremeses, algo que jamás había visto mi bisabuelo, acostumbrado a cocidos y a sólidos platos. Ante el desconcierto que le creó tal comida solo atinó a espetar un “caso en dios, tras de crudo, frío”. Pues eso, necesitaremos un tiempo para acostumbrarnos al nuevo menú digital. Lo cierto es que este primer aniversario celebramos un cumpleaños y no un cabodeaño.
Agradecemos la participación de quienes nos han enviado sus textos e ilustraciones, así como la de todas las personas que asiduamente los leen, los comparten y nos envían sus comentarios.
Luis Manuel Peña – Departamento de Etnografía – Labayru Fundazioa
Para más información puede consultarse el Atlas Etnográfico de Vasconia (ocho volúmenes).
Fotos originales: Eulalia Abaitua. Euskal Museoa y Revista Novedades, nº 241, 1914. Montajes de Photoshop: Idoia Tolosa – Labayru Fundazioa.
Gracias a tod@s es@s etnograf@s y sus aportaciones. Es un placer leeros. Un abrazo desde el museo etnografico de Arteta (Navarra), desde el que os seguimos.
Repetimos, muchas gracias a vosotros, sin los que este blog no tendría ningún sentido. Sois vosotros los que nos animáis a seguir trabajando en este proyecto de difusión de todo el trabajo que llevamos realizando desde hace más de 30 años.
La verdad es que leyéndoos hoy, teniendo en cuenta el reto que supone la adaptación a formatos de síntesis que permiten la divulgación de vuestros extensísimos saberes a través de estas redes, todavía sentimos más agradecimiento por poder leer y aprender cada viernes con vosotros. Y hoy además, ¡¡¡nos hemos reído!!!! Eskerrik asko eta zorionak lehenengo urtebetetzean.
Ane
No es tarea fácil, pero seguiremos con ilusión en el empeño. Eskerrik asko.