La festividad de Santa Bárbara de Nicomedia se celebra el 4 de diciembre. Un rayo que se dice cayó en su martirio la hizo patrona de quienes manejan explosivos, como mineros y canteros, también de electricistas, y del arma de artillería. La Iglesia Católica la nombró protectora contra los daños del temporal, el pedrisco y los rayos.
Una costumbre extendida ha sido la de encender en la cocina doméstica una vela bendecida el día de la Candelaria (2 de febrero) recitando una invocación. Por ejemplo en Gernika, con variantes, se decía: Santa Bárbara bendita / que en el cielo estás escrita / con papel y agua bendita / en la hora de la cruz / santa muerte amén Jesús.
En dos localidades vizcainas su festividad cobró en tiempos pasados un relieve especial:
Una es Gernika, donde por encontrarse desde antes de la guerra civil de 1936 hasta su disolución en 1998 una fábrica de armas, conocida popularmente como ‘La Armería’, se celebraba de forma señalada el 4 de diciembre. Tras la guerra, una parte de la empresa se instaló en Markina.
Existió una hornacina de la santa en Artekale, que quedó destruida durante el bombardeo, y tras la reconstrucción de la villa se colocó otra más modesta, hoy inexistente, en un edificio de nueva planta situado aproximadamente en el mismo lugar. Se intentó recuperar la fiesta por parte sobre todo de los vecinos de la zona, pero el empeño no tuvo éxito. Hay una escultura en piedra de la santa en la hornacina derecha de la fachada de la parroquia de Andra Mari.
La otra localidad es Galdakao, donde está establecida una factoría de Explosivos de Río Tinto (hoy en día MAXAM). En 1912 construyó la empresa la capilla dedicada a santa Bárbara. Era una época en la que las empresas se ocupaban de la atención espiritual de los trabajadores y sus familias. En ese contexto hay que situar también los colegios religiosos para los hijos de los trabajadores. La capilla pasó a hacer funciones de parroquia, hasta que en 2009, a falta de sacerdotes, la diócesis dejó de atenderla.
En ambos casos, se festeja la jornada por los empleados y directivos con una misa en memoria de los trabajadores difuntos, con himno incluido a la finalización (en Gernika Cantemos el himno con gran devoción…, y en Galdakao Sutautzgiñek batera sutunpalariak, artu zaituz Barbara…) y una comida en distintos restaurantes de los entornos respectivos. También se celebraban actos como carreras ciclistas, sokatira, campeonatos de tiro al plato y otros entretenimientos. En Galdakao tenían lugar actuaciones de la banda de música, que originalmente era también de la empresa, así como del grupo de danzas vascas. Se echaban salvas de víspera, y era el día de reconocimiento a quienes llevaban trabajando 25, 35 o 50 años en la empresa.
Segundo Oar-Arteta e Igone Etxebarria – Labayru Fundazioa