El 20 de julio se celebra la festividad de Santa Marina, popularmente Santa Mariñe, en la ermita situada en las peñas del mismo nombre, a caballo entre las localidades de Urduliz y Sopela en Bizkaia. Se trata de la única ermita de Urduliz, y goza de una excelente ubicación, ya que está construida directamente sobre la peña en el punto más alto de la población, a unos 350 metros de la parroquia.
Generalmente las ermitas bajo la advocación de santa Marina celebran su fiesta el día de su titular, 18 de julio, pero en Urduliz, siempre se ha festejado el 20, que corresponde según el primitivo calendario litúrgico romano a la festividad de Santa Margarita. Por cierto, la única imagen de esta ermita, que se guarda en la parroquia, corresponde a santa Librada. Esto podría indicarnos que santa Margarita, santa Marina y santa Librada sean distintas denominaciones de la misma santa.
La fiesta comienza sobre las once de la mañana. Ha sido tradición que los vecinos/as de ambas localidades citadas, Urduliz y Sopela, acudan en procesión a la ermita por separado; celebrando la correspondiente misa también independientemente. Antaño los de Urduliz portaban la imagen de la santa, que durante todo el año permanecía en la parroquia. Ahora, para primera hora del día la imagen ha sido ya trasladada de forma reservada.
Hoy en día, los asistentes también parten andando desde la iglesia y suben la cuesta y los escalones que conducen a la ermita acompañados de txistularis. Una vez arriba, tiene lugar la misa en una abarrotada ermita que a duras penas puede acoger a los presentes.
Santa Librada ha sido considerada patrona de las parturientas, por ello, las mujeres embarazadas que darán a luz durante el año le ofrendan velas pidiéndole un buen parto. En otro tiempo, también se acostumbraba a llevar a los recién nacidos para que fueran bendecidos.
Antaño, después de la misa, el ayuntamiento repartía un par de bizcochos y un vaso de vino blanco o de mosto, entre los que habían acudido a la misa; y posteriormente tenía lugar la romería. Hoy en día, tras el aurresku de honor, reparten vino y galletas surtidas entre todos los asistentes que se congregan en la pequeña campa.
Tradicionalmente se trataba de una celebración familiar. Fue común ir a pasar la jornada, llevando la comida de casa en grandes cestas que las mujeres portaban en la cabeza. Este día se consumían con gran ilusión los primeros pimientos verdes de la temporada.
Actualmente la fiesta termina por la tarde, con una bajada popular en la que también participan distintos grupos de baile, y con una romería que tiene lugar en la plaza Antsonekoa.
Akaitze Kamiruaga – Departamento Herri Ondarea – Labayru Fundazioa
Para más información, pueden consultarse las obras: Gurutzi Arregi. Ermitas de Bizkaia (3 v.), Bilbao, 1987 y Origen y significación de las ermitas de Bizkaia, Bilbao, 1999.