La parroquia de Andra Mari se encuentra en la barriada de Eleizondo y conforma junto con la ermita de la Piedad, la cruz de Nestor Barrenetxea y el cementerio un interesante conjunto monumental. Si visualizamos la imagen de una gallina con sus txitas nos haremos una idea del conjunto.
Actualmente la parroquia está totalmente restaurada y acoge en su interior uno de los retablos más notables de Bizkaia. Pero durante su larga historia, Andra Mari ha vivido innumerables vicisitudes, debido principalmente a problemas de cimentación, teniendo que cerrarse al culto en más de una ocasión, la última en mayo de 1994. Tras ser sometida a profundas labores de rehabilitación, el 15 de agosto de 2000 por fin se reabrió.
Otro suceso no muy conocido es el incendio que sufrió el 28 de octubre de 1919, fiesta de San Simón y San Judas, del que este año celebramos el centenario. Se quemó el interior de la iglesia, hecho que suscitó una gran polémica entre los vecinos sobre qué se debía hacer, restaurarla o construir una nueva iglesia en el casco urbano del municipio. El dilema dividió a los zeanuriztarras: los vecinos de la plaza, o matxinos, eran partidarios de construir una nueva iglesia en la plaza; por su parte, los baserritarras, también llamados jepos, se mostraban a favor de restaurar Andra Mari. Fue esta segunda opción la que finalmente triunfó, y el 19 de marzo de 1923, festividad de San José, la parroquia abrió de nuevo sus puertas.
La prensa de la época nos relata de esta guisa lo sucedido: “El fuego se declaró a la una y media y fue dominado tres horas después merced a la eficaz intervención del vecindario. / Fueron pasto de las llamas setenta hacheros colocados en el centro del templo, cuyo valor se eleva a tres mil pesetas. / Se enseñoreó más tarde el fuego de los altares y del órgano, causando daños valorados en veinticinco mil pesetas. / No ocurrió, por fortuna, desgracia alguna. El incendio fue casual. / Se cree que se inició en uno de los hacheros, debido a que no fue apagado al terminar la misa mayor” [La Gaceta del Norte, 30 de octubre de 1919].
La polémica que dividió al pueblo tuvo también eco en los bertsos de la época recogidos por Eulogio Gorostiaga y de autoría anónima. Transcribimos una pequeña selección:
Orazinoko etseak / atxinako legean,
plazatikan aparte / egiten zirean.
Orain egin gura dabez / plaza bazterrean,
konpromisoa franku / dagoen aldean.
Elixa barri hori / askok du espero,
hamaika mila asko / prestatu ezkero.
Neronen deseoa / esango det klaro,
elixa zahar horrekin / neu konforme nago.
Beti gorde gura det / bere dezenzie,
Birjina Ama delako / bitarteko haundie.
Orain artean elixa / izan da beria,
haintxe dago gustura / Birjina Maria.
(Según la tradición, las casas de culto / se erigían apartadas de la plaza. / Ahora quieren construirlas en un rincón de la plaza, / cerca de tanto vocerío. // Muchos esperan una iglesia nueva, / para lo que harían falta muchos miles. / Voy a decir claro cuál es mi deseo, / estoy conforme con la iglesia vieja. // Quisiera siempre salvaguardar su decencia, / por ser la Virgen María nuestra gran intercesora. / Hasta ahora la iglesia ha sido suya, / allí está a gusto la Virgen María.)
Jose Mari Kortazar – www.arratia.tk