En el período invernal no podían llevarse a cabo la mayor parte de los trabajos en el campo, las condiciones meteorológicas lo impedían y la propia tierra necesitaba descansar. Ese tiempo se aprovechaba para realizar otras labores que requerían atención y dedicación.
Así en el camarote se le quitaba la perfolla (kapaxa) al maíz para que se secara. Una vez seco, en la cocina, reunida la familia al anochecer, se procedía a desgranarlo (artoak garandu) mientras se rezaba el rosario. También en el propio camarote o en el portal de la casa se golpeaba la alubia, incluida la vaina (lekea), para desgranarla (jo eta garandu).
Asimismo era época propicia para que las personas habilidosas (moldea daukanak) arreglaran útiles de trabajo como rastrillos (eskubarak), varales (zotzak), piezas de hierro (burdinak) o los pesebres para la hierba (estraminak).
En un tiempo en que las labores masculinas y femeninas estaban más diferenciadas, los hombres partían la leña (egurrak txikitu) y la apilaban en un lugar determinado de la casa para que no faltara durante el año, sobre todo en invierno, tanto para la cocina económica o chapa como para el fuego bajo (behesua).
También cortaban ramas (dardamak) de encinas cercanas a la casa, que solían abundar, para dárselas al ganado y que comieran seco mezclado con verde. En invierno se sembraba alholva (ailorbea) y maíz forrajero (artaberdea) para dárselos al ganado junto con pienso.
Hiciera buen o mal tiempo, en invierno se arreglaban los muretes que se hacían en el monte para contener la tierra o los de los cercados. Si llovía, se trabajaba cubriéndose la cabeza con un saco de arpillera que hacía de capucha o choto y caía por detrás protegiendo buena parte de la espalda.
Las mujeres de la casa participaban activamente junto a los hombres en las labores del campo, pero aprovechaban este tiempo para repasar ropa, tal que sábanas, delantales, pantalones… También limpiaban a fondo la casa: cortinas, alfombras, cristales… Algunas hacían punto y elaboraban con lana calcetines o escarpines.
Tanto hombres como mujeres con el burro o el caballo provisto de atriles (asto-sillak) que podían ser de madera o metálicos, acarreaban nabos y remolacha que se recogen en invierno y son un buen alimento para el ganado vacuno y de cerda.
Segundo Oar-Arteta – Etniker Bizkaia – Grupos Etniker Euskalerria
Para más información puede consultarse el tomo dedicado a Agricultura del Atlas Etnográfico de Vasconia.