El día 30 de octubre, en vísperas de la festividad de Todos los Santos, Akaitze Kamiruaga impartió una conferencia sobre los ritos funerarios en Markina. Hoy en día se ha establecido la celebración de Gau baltza, pero hasta hace bien poco esta festividad era muy importante para recordar a los muertos de la familia. De hecho, durante el siglo XX cuando fallecía algún miembro de la familia se llevaban a cabo una serie de ritos que ha recordado Akaitze en su intervención.
En nuestra cultura la muerte ha estado totalmente integrada en la vida familiar, así el núcleo familiar lo formaban tanto los vivos como los antepasados. Por lo tanto, en la familia, en la vecindad y en el pueblo se han solido repetir una serie de ritos totalmente normalizados para situaciones similares. Dichos ritos están detalladamente recogidos en la obra Atlas etnográfico de Vasconia, entre otros: presagios de muerte, agonía, extremaunción, duelo, acompañamiento vecinal, comunicación de la muerte a los parientes, vecinos y animales de la casa, amortajamiento, velatorio, caminos mortuorios, cortejo fúnebre y ofrendas, entierro, sepulturas, conmemoración de los difuntos…
Estos ritos se han mantenido más o menos vivos hasta finales del siglo XX, si bien desde la década de 1960 se vienen produciendo grandes cambios. Hoy en día hemos externalizado la muerte, la hemos sacado de casa para todo el proceso de defunción y posterior sepelio. A eso hay que añadir la poca influencia de la Iglesia en el proceso de despedida.