Labayru Gaur

El libro Bendejerak. Sorotik plazara es el otro elemento de este proyecto. En él se da cuenta de las características y la evolución de este oficio. La venta de la vendeja en el mercado ha sido la mayor tarea de muchos caseríos, así como su principal fuente de ingresos durante años. Esta tarea la han realizado históricamente las mujeres, a la que se llama vendejeras por ese motivo.

A mediados del siglo pasado había muchas vendejeras que vendían hortalizas, huevos, leche, gallinas y todo tipo de género del caserío. Primero se desplazaban andando y con el burro a los distintos pueblos y a Bilbao, después en tren y en coche. Aunque no se ha considerado oficio, empezaban a trabajar de muy jóvenes, siendo aún niñas, acompañando a sus madres u otras mujeres.

Pero la vendeja requiere de mucho trabajo previo: plantar y trabajar la huerta, recoger el producto, prepararlo para el mercado y llevarlo. Y si la venta va bien todavía, pero no siempre es buena.

Este es un trabajo estrechamente unido a un modo de vida. Afecta a la familia al completo, vincula la casa con la familia y la tierra, y está profundamente enraizado en nuestro carácter.

En el caso de Bilbao, muchas de las vendejeras han sido, y aún hoy son, del Txorierri. Ellas han sido también en muchas ocasiones las transmisoras del euskera en Bilbao, y ellas han hecho de nexo de unión de las diferentes poblaciones vizcainas con Bilbao. Su punto neurálgico es el mercado de La Ribera, además de la venta de casa en casa.

En este libro hemos resumido todo esa evolución. Además, hay un apartado dedicado al mercado de Santo Tomas, ya que también ahí se juntan los baserritarras a vender sus productos.

Para conocer de dónde venimos y qué somos, el modo de vida de las vendejeras es un punto a tener muy en cuenta, ya que son parte de nuestro patrimonio cultural. Ahora en nuestras manos está dárselo a conocer a los jóvenes. Estas publicaciones en libro y vídeo tienen ese objetivo, con la esperanza de que sirvan de cadena de transmisión.